Bajo mínimos

Viejos textos apenas zurcidos entre sí forman este espectáculo. Busca sus formas de humor por el recurso de alegar lo contrario: el hombre sano es el enfermo, porque es impar en una sociedad de enfermos, el feliz es el desgraciado, el psiquiatra es el loco, la pareja que no tiene nada en común es la que se identifica, el superman es el débil, etcétera. Hay retazos de surrealismo, los hay de sainete.Jorge Díaz tiene textos más importantes, y éste se pierde. Todo está bajo mínimos, como dicen los meteorólogos: texto, interpretación, dirección. Jorge Díaz recomienda en el programa que «si ...

Viejos textos apenas zurcidos entre sí forman este espectáculo. Busca sus formas de humor por el recurso de alegar lo contrario: el hombre sano es el enfermo, porque es impar en una sociedad de enfermos, el feliz es el desgraciado, el psiquiatra es el loco, la pareja que no tiene nada en común es la que se identifica, el superman es el débil, etcétera. Hay retazos de surrealismo, los hay de sainete.Jorge Díaz tiene textos más importantes, y éste se pierde. Todo está bajo mínimos, como dicen los meteorólogos: texto, interpretación, dirección. Jorge Díaz recomienda en el programa que «si resulta aburrido (el espectáculo) no esperen a que termine, márchense antes o quemen el teatro. Cualquier cosa antes que aguantar el rollo macabeo del teatro inquieto-progre-agresivo».

Algunos pocos espectadores -pocos, pero pocos había- optaron por seguir el primer consejo. Nadie intentó la quema del teatro: puede servir para otras cosas. En cuanto a la calificación de la obra, no es ni inquieta, ni progre, ni agresiva. Se queda en el excelente neologismo de «rollo macabeo».