Toman posesión altos cargos de Cultura

«Poner la política al servicio de la cultura y de¡ deporte y no éstos al servicio de la primera», es una de las líneas básicas, a la vez que un principio de actuación, del nuevo equipo. directivo del Ministerio de Cultura, según expresó ayer el titular del mismo, Ricardo de la Cierva, en el transcurso de un «discurso programático» pronunciado en el acto de toma de posesión de cinco altos cargos de este Ministerio. En el acto tomaron posesión de sus cargos el nuevo subsecretario, Francisco Sanabria, y los directores generales: de Música y Teatro, Manuel Camacho; de Cinematografía, Carlos Gortar...

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«Poner la política al servicio de la cultura y de¡ deporte y no éstos al servicio de la primera», es una de las líneas básicas, a la vez que un principio de actuación, del nuevo equipo. directivo del Ministerio de Cultura, según expresó ayer el titular del mismo, Ricardo de la Cierva, en el transcurso de un «discurso programático» pronunciado en el acto de toma de posesión de cinco altos cargos de este Ministerio. En el acto tomaron posesión de sus cargos el nuevo subsecretario, Francisco Sanabria, y los directores generales: de Música y Teatro, Manuel Camacho; de Cinematografía, Carlos Gortari; de Juventud y Promoción Sociocultural, Carmela García Moreno y de Consejo Superior de Deportes, Jesús Hermida.Ricardo de la Cierva anunció también, en el acto de toma de posesión, el nombramiento de cuatro consejeros del Ministerio, José Manuel García Margallo, Antonio Pérez Crespo, Juan Ignacio Saez Diez y Miguel Garrido. Igualmente con el nombramiento de Carmen Conde, académica de la Lengua, como asesora del ministro, se inicia una política de colaboración en la que participarán numerosas personalidades «primeras figuras» de la cultura española.

El nuevo ministro de Cultura garantizó también en su discurso el protagonismo de las comunidades autónomas en la acción cultural «en plena síntesis con el apoyo del Estado a la nación». Las ideas básicas que se inspiran en el texto constitucional «serán la cultura como actividad intensísima, pero subsidiaria del Estado, que no impondrá, ni siquiera en el deporte, el más mínimo dirigismo, pero que no tendrá escrúpulo en acudir, cuando se le llame desde el pueblo, para fomentar la vida cultural y deportiva de la nación».

Una buena parte del discurso del señor De la Cierva recogió una larga lista de preocupaciones esenciales del momento cultural actual. Entre estas preocupaciones destacan la falta de un sentido cultural en la sociedad, en la política y en el Estado, la incomunicación entre la cultura y la enseñanza, las dimensiones culturales de la radio y la televisión, el descenso en las tiradas de la prensa diaria y de las revistas, signo gravísimo de la atonía cultural, la manipulación de la cultura con fines electoralistas y los peligros que la sociedad, más autoritaria que el Estado, sigue creando contra la libertad de expresión.

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