Entrevista:

Aguirre: "Tiendo hacia un expresionismo lírico e intimista"

Ayer se inauguró su exposición en El Coleccionista

El pintor Luis Fernando Aguirre inauguró ayer una exposición en la galería de arte El Coleccionista (Claudio Coello, 23). La exposición incluye veinticinco cuadros, todos ellos pintados al óleo sobre tela. Aguirre presenta también obra sobre papel de gran formato, una producción abundante de acuarelas y gouaches, aparte de obra estampada.«El desarrollo o evolución de mi obra», añade Luis Fernando Aguirre, «creo que ha sido bastante coherente desde entonces a hoy, o por lo menos, para no parecer pretencioso, es completamente legible. Como siempre he sido un pintor figurativo, no tuve que plante...

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El pintor Luis Fernando Aguirre inauguró ayer una exposición en la galería de arte El Coleccionista (Claudio Coello, 23). La exposición incluye veinticinco cuadros, todos ellos pintados al óleo sobre tela. Aguirre presenta también obra sobre papel de gran formato, una producción abundante de acuarelas y gouaches, aparte de obra estampada.«El desarrollo o evolución de mi obra», añade Luis Fernando Aguirre, «creo que ha sido bastante coherente desde entonces a hoy, o por lo menos, para no parecer pretencioso, es completamente legible. Como siempre he sido un pintor figurativo, no tuve que plantearme en ningún momento la elección entre abstracción o figuración. Mi búsqueda fue en un principio por el expresionismo de raíz alemana, Grupo El Puente y pinturas nórdicas. Esto era debido, pienso yo, a mis viajes por el norte de Europa, en los que había una especie de «llamada del Norte», como se ha dicho literariamente. Si todo esto se mezcla con mis herencias españolas (Goya, Velázquez y todo lo que se desee añadir de lo contemporáneo), resulta un híbrido del que se puede deducir la pintura dé Aguirre.»

«Yo siempre he tenido la objetividad (que no deseo confundir con humildad) de no considerarme un artista de primera línea, o sea del último grito de vanguardia. Mi obra se fue desarrollando tranquilamente, por lo menos aparentemente, sin aspavientos ni promocionismos, y hoy de pronto me he dado cuenta de que sí estuve y estoy en la vanguardia, porque obras que he visto de pintura extranjera de los años sesenta eran también lo que yo. hacía con algunos años de antelación. Nunca entendimos la pintura como una competición de campeones ni con calificaciones de para ti un sobresaliente, para ti un aprobado. Hoy asistimos a un, panorama que hace años nos parecía utópico. Se puede hablar de eclecticismo.

Por lo que respecta al trabajo de estos últimos cuatro años, ha su puesto ampliar mi expresionismo, que era de un cierto compromiso social, con tinos tonos de denuncia a un mundo más lírico e intimista. Hoy mi pintura sugiere cosas, anuncia inquietudes, deja una cierta sensación de incomodidad porque no explica, pero emociona, aturde o deja sumido en recuerdos al que la contempla. Ahí hay algo mágico, surrealista. Es difícil para mí poner adjetivos que casi nunca dicen nada.»

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