Dos jóvenes heridos en la catedral de Santiago

El vigilante nocturno de la catedral de Santiago de Compostela hirió en la madrugada de ayer por disparo de escopeta a dos jóvenes que habían subido al tejado del templo. Otras cinco personas que acompañaban a los heridos fueron detenidas al descender de la catedral.Uno de los vigilantes de noche de el templo compostelano, Ismael del Río Taboada, sorprendió a un grupo de personas que había subido a los tejados y que caminaba hacia las torres de la fachada del Obradoiro. Según parece, ordenó que descendieran y, poco más tarde, abrió fuego sobre ellos y alcanzó a dos de los singulares visita...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El vigilante nocturno de la catedral de Santiago de Compostela hirió en la madrugada de ayer por disparo de escopeta a dos jóvenes que habían subido al tejado del templo. Otras cinco personas que acompañaban a los heridos fueron detenidas al descender de la catedral.Uno de los vigilantes de noche de el templo compostelano, Ismael del Río Taboada, sorprendió a un grupo de personas que había subido a los tejados y que caminaba hacia las torres de la fachada del Obradoiro. Según parece, ordenó que descendieran y, poco más tarde, abrió fuego sobre ellos y alcanzó a dos de los singulares visitantes catedralicios.

Se encuentran ambos hospitalizados en Santiago, bajo pronóstico reservado, y son los jóvenes Alberto Lumbreras Sarrión y José González Hernández. El primero está cumpliendo el servicio militar en un cuartel,de Infantería de Santiago, y su caso pasó inmediatamente a la jurisdicción militar.

Los restantes escaladores de la catedral son Antonio Guirao Langarica, Pablo Jiménez Espejo, José Antonio Quintana Gómez, José Couso Márquez y Antonio Gelpi Paz. Todos ellos, menos el último, cumplen también el servicio militar en el cuartel citado anteriormente y sus casos pasaron al juzgado castrense que ordenó su ingreso en el calabozo del segundo batallón de la Brigada Aerotransportable Isabel la Católica, de Santiago.

No es la primera vez que la catedral de Santiago registra visitas nocturnas de esta naturaleza. En realidad, desde hace ya muchos meses, numerosos jóvenes escalaban durante la noche por el único lugar fácilmente accesible, en una de las esquinas de la plaza de la Quintana, cerca de la capilla de la Corticela, para recorrer el intrincado bosque de piedras que componen los tejados y las torres del templo. Dichas visitas se estaban haciendo últimamente casi con normalidad y era frecuente observar, algunas noches, cómo más de quince o veinte personas se dirigían con tranquilidad hacia las torres del Obradoiro, bajo la luz de los potentes focos que iluminan la catedral. El panorama que se divisa desde arriba, la increíble selva de granito tallado que configura la techumbre, constituye un espectáculo difícilmente olvidable para muchos jóvenes.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En