Suspendida la corrida de reaparición de Ordóñez

Los veterinarios rechazaron siete toros

La corrida de toros anunciada para el pasado domingo en Jerez de la Frontera, en la que reaparecía Antonio Ordóñez y tomaba la alternativa Espartaco, con Rafael de Paula de testigo, fue suspendida a causa de la falta de presencia de las reses, que pertenecían a la ganadería de los herederos de Carlos Núñez.En el reconocimiento de los toros, efectuado. el sábado, los veterinarios manifestaron que, de los ocho examinados, sólo podían aceptar uno. Levantaron acta y dieron a conocer su decisión a la empresa y al gobernador civil.

En los corrales había otra corrida, del marqués de Albayda, q...

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La corrida de toros anunciada para el pasado domingo en Jerez de la Frontera, en la que reaparecía Antonio Ordóñez y tomaba la alternativa Espartaco, con Rafael de Paula de testigo, fue suspendida a causa de la falta de presencia de las reses, que pertenecían a la ganadería de los herederos de Carlos Núñez.En el reconocimiento de los toros, efectuado. el sábado, los veterinarios manifestaron que, de los ocho examinados, sólo podían aceptar uno. Levantaron acta y dieron a conocer su decisión a la empresa y al gobernador civil.

En los corrales había otra corrida, del marqués de Albayda, que al parecer tenía el trapío adecuado para la plaza de Jerez, y se propuso a los matadores proceder a la sustitución, pero éstos se negaron. Según se comenta en medios taurinos, fue precisamente Antonio Ordóñez quien se negó rotundamente a torear toros distintos a los de Núñez, que había elegido para el festejo.

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Durante la mañana del domingo hubo intensas gestiones, a distintos niveles, para resolver el problema, pues el aforo de la plaza estaba vendido en su casi totalidad, pero como la única solución que la autoridad consideraba válida -cambiar los toros- no era aceptada por los diestros, se procedió a la suspensión. Por parte de la empresa y de los apoderados de los espadas se quiso paliar el escándalo, aduciendo que se había levantado tan fuerte viento que aconsejaba suspender la corrida.

Esta versión de los hechos fue categóricamente desmentida por el gobernador civil, en conferencia de prensa que celebró durante la tarde del domingo. En ella manifestó que la causa de la suspensión había sido exclusivamente la falta de presencia o deficiencias físicas de los toros. Unos no tenían trapío, otros, además, presentaban escasa cornamenta, y había uno reparado de la vista.

El escándalo que produjo la suspensión se agravó con la sorpresa del público cuando acudió alas taquillas a devolver los boletos, pues se encontró con que estaban cerradas. La explicación que se dio fue que el dinero estaba depositado en un banco, y no se podía proceder a su devolución hasta que abra, el próximo lunes. Los trastornos y perjuicios que ocasionó esta anómala situación fueron en muchos casos irreparables, dado que buena parte de los espectadores eran forasteros, que habían acudido a Jerez expresamente para presenciar la corrida y tenían programado regresar a sus puntos de origen una vez celebrada la misma.

Según rumores recogidos en mentideros taurinos, este festejo, con los mismos toros y toreros, proyectan celebrarlo en otra plaza donde haya menos rigor por parte de los veterinarios y la autoridad.

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