Los países ricos acelerarán la puesta en marcha de los programas nucleares en curso

ENVIADO ESPECIAL, «Es muy importante reducir las importaciones de petróleo para facilitar la posición de los países moderados de la OPEP», declaró el primer ministro japonés, Masaioshi Ohira, al término de la primera jornada de la cumbre de los dirigentes de las siete principales potencias del mundo occidental. No hay, sin embargo, todavía una postura definida. El comunicado final, esperado para hoy, dejará abiertas todas las posibilidades. Continúan en pie, aparte los principios, las dos grandes tendencias caracterizadas entre el grupo EEUU/Japón, partidarios de un programa de reducció...

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ENVIADO ESPECIAL, «Es muy importante reducir las importaciones de petróleo para facilitar la posición de los países moderados de la OPEP», declaró el primer ministro japonés, Masaioshi Ohira, al término de la primera jornada de la cumbre de los dirigentes de las siete principales potencias del mundo occidental. No hay, sin embargo, todavía una postura definida. El comunicado final, esperado para hoy, dejará abiertas todas las posibilidades. Continúan en pie, aparte los principios, las dos grandes tendencias caracterizadas entre el grupo EEUU/Japón, partidarios de un programa de reducción bianual, y los países del Mercado Común, representados en Tokio por la RF de Alemania, Francia, Italia y Gran Bretaña, defensores de un plan de reducción a más largo plazo, quinquenal, como acordaron entre sí la pasada semana en Estrasburgo.La cumbre de Tokio continúa desarrollándose sin graves incidentes, envuelta en espectaculares medidas de seguridad. La policía descubrió ayer una pequeña bomba en una habitación del decimoctavo piso del hotel New Otani, donde residen casi todas las delegaciones oficiales y está instalado el centro de prensa. Una docena de «minimanifestaciones» en Tokio, con algunas detenciones pero sin mayores males, completaron los incidentes.

Un análisis de la situación macroeconómica en los siete países representados, largas discusiones sobre la problemática energética, con confirmación oficial de acelerar el desarrollo de la energía nuclear, y una resolución sobre los refugiados de la península de Indochina cerraron la primera jornada de la cumbre. Concretar las posturas en lo relativo a la limitación de importaciones de petróleo, relaciones comerciales y monetarias y «diálogo Norte-Sur» entre países industrializados y países en vías de desarrollo son los puntos que cerrarán la cumbre de Tokio.

En el plazo de seis a doce meses, Italia toma la responsabilidad de organizar la sexta cumbre de la serie.

«Todos los países insisten en la necesidad de un diálogo con los países productores de petróleo», afirmó Ohira. en su resumen de la sesión inicial. Diálogo que los países del Mercado Común iniciarán mañana en Londres, destacando su nivel de «contactos técnicos» para no molestar a Estados Unidos, que critica la reunión. Es evidente que los países industrializados presentes en Tokio desean apoyar la postura «moderada» de Arabia Saudita, reduciendo el consumo de petróleo y combatiendo la inflación. «De nada sirve imprimir cada vez más papel moneda sin parar la carrera de precios», continuó Ohira. ¿Cómo reducir consumo de petróleo, mantener un mínimo de crecimiento económico, crear inversiones y, por consiguiente, nuevos puestos de trabajo?

Desarrollo nuclear

Estimulando la energía nuclear y los yacimientos de carbón, punto este último en el que insistió el canciller alemán Schmidt, quien precisó que sólo el 9% de la energía eléctrica de su país procede de centrales que funcionen con petróleo. Ohira, por su parte, insistió en la voluntad conjunta de incrementar la proporción nuclear como fuente de energía «teniendo en cuenta los aspectos de seguridad, que no deben retrasar el programa nuclear», según el primer ministro japonés. Al margen de los buenos propósitos a largo plazo -y la ratificación al más alto nivel de la opción nuclear-, los siete participantes en la cumbre continúan discrepando sobre el año base para calcular las futuras reducciones de compra de petróleo y, sobre todo, en torno a las modalidades para aplicarlo. El presidente de Estados Unidos, Carter, quiere una definición en función de la situación de cada país. El primer ministro japonés, Ohira, apoya tal principio. Los cuatro dirigentes políticos europeos alegan, no sin razón, que no pueden comprometerse en Tokio cuando hace sólo una semana se acordó una limitación global para los nueve países del Mercado Común. Faltan cinco de la CEE en la cumbre de Tokio. Razón de más para un comunicado final, probablemente impreciso.Una cena en el palacio Imperial, ofrecida por el emperador japonés, Hiro Hito, complet6 la primera jornada de la cumbre de Tokio. A la derecha del emperador Hiro Hito se sentó el presidente francés Giscard d'Estaing, y a su izquierda el canciller alemán, Schmidt. El presidente de Estados Unidos, Carter, enfrente. Margareth Thatcher, única y primera representante femenina en la historia de las cumbres económicas, fue «víctima» del respeto de las tradiciones japonesas, donde las damas ocupan siempre un lugar después de los hombres. Para su consuelo, hubo las manifestaciones de entusiasmo y bienvenida de militantes de partidos de la derecha japonesa, que recorren las calles de Tokio en camiones engalanados con banderas japonesas y británicas y pancartas de Welcome mrs. Thatcher.

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