"Mantenemos relaciones con Nicaragua por razones humanitarias"

«Nosotros, los países del Pacto Andino, decidimos reconocer a las fuerzas opositoras al señor Somoza como una fuerza beligerante y no como un grupo de delincuentes alzados en armas. Tenemos relaciones diplomáticas con Nicaragua por razones humanitarias más que por cualquier otra», declaró ayer en rueda de prensa Julio César Turbay Ayala, presidente de Colombia, que, en su gira por Europa representa, además, los asuntos comerciales de los países del Pacto Andino.Turbay Ayala explicó las «razones humanitarias» diciendo que las embajadas de los países latinoamericanos en Managua «son asilo para l...

«Nosotros, los países del Pacto Andino, decidimos reconocer a las fuerzas opositoras al señor Somoza como una fuerza beligerante y no como un grupo de delincuentes alzados en armas. Tenemos relaciones diplomáticas con Nicaragua por razones humanitarias más que por cualquier otra», declaró ayer en rueda de prensa Julio César Turbay Ayala, presidente de Colombia, que, en su gira por Europa representa, además, los asuntos comerciales de los países del Pacto Andino.Turbay Ayala explicó las «razones humanitarias» diciendo que las embajadas de los países latinoamericanos en Managua «son asilo para los perseguidos», y no se puede protestar -afirmó- contra las violaciones de los derechos humanos y cerrar los sitios donde se pueden refugiar los perseguidos.

Sobre la ruptura de relaciones de Ecuador con Nicaragua, por determinación del primero de estos países, declaró que Ecuador debió tener razones especiales para adoptar esa decisión, que calificó de «respetable», pero que los países del Pacto Andino no la consideraban en este momento la más indicada.

«Pienso», declaró ante la prensa internacional, «que el Gobierno del señor Somoza hace ya algún tiempo que ha perdido el control total sobre la situación interna de su propio país.

Sobre una carta que le hizo llegar la semana pasada el comité Suiza-Colombia, en la que denuncian que en ese país hay 6.000 prisioneros políticos, denuncia que lanzó en términos similares Amnistía Internacional, afirmó que en su país no había «ni 6.000, ni cuatro, ni un prisionero político, sino delincuentes comunes que asesinan a soldados y personas.