Insuficientes publicaciones de textos y estudios teatrales

Las escasas ediciones sobre teatro presentadas en las casetas de la Feria del Libro son la mejor prueba del estado actual de las relaciones del mundo editorial con el hecho teatral. En opinión de Ricardo Domenech, ensayista, director de la Escuela de Arte Dramático de Madrid, «falta una atención editorial más específica en el campo del teatro, con colecciones de estudios y textos y revistas periódicas».

Como causas de esta situación, señala que en los últimos diez años ha habido una crisis, además de económica, en la estructura y criterios de la vida editorial. «Son insuficientes las pu...

Las escasas ediciones sobre teatro presentadas en las casetas de la Feria del Libro son la mejor prueba del estado actual de las relaciones del mundo editorial con el hecho teatral. En opinión de Ricardo Domenech, ensayista, director de la Escuela de Arte Dramático de Madrid, «falta una atención editorial más específica en el campo del teatro, con colecciones de estudios y textos y revistas periódicas».

Como causas de esta situación, señala que en los últimos diez años ha habido una crisis, además de económica, en la estructura y criterios de la vida editorial. «Son insuficientes las publicaciones de textos teatrales y de estudios monográficos sobre dramaturgos, ya sean españoles o extranjeros. En otros países, como en Francia, las publicaciones de teatro se cuidan al máximo. Aquí también hay un público lector muy fiel. Se ha llegado a perder una tradición desde el siglo pasado, cuando los editores españoles tenían, de forma habitual, publicaciones de teatro.»Algunas iniciativas editoriales, surgidas en el franquismo, han desaparecido. Entre ellas figuran los cierres de las colecciones de la Editorial Escelicer, que llegó a publicar cerca de ochocientos títulos, y los libros de teatro de Cuadernos para el Diálogo, así como la revista especializada Primer Acto. La única revista que se publica actualmente, Pipirijaina, con textos y análisis, tiene una periodicidad muy irregular, con continuos problemas económicos.

Una de las colecciones que mantienen la investigación teatral son los cuadernos de teatro de la Universidad de Murcia, donde se han publicado estudios de César Oliva (Cuatro dramaturgos realistas y Anteceden les estéticos del esperpento), de F. Torres Monreal (J. Prévert. Teatro de denuncia y documento) y textos de Luis Matilla y Jerónimo López Mozo.

En los últimos meses algunas editoriales se han lanzado a la aventura de sacar ediciones sobre teatro. La Editorial Villalar ha publicado dos libros: Teatro español underground, de Wellwarth, y Nuevo teatro español. Una alternativa social, de Alberto Miralles. La Editorial Campus tiene una colección de creación colectiva, donde figuran un estudio completo sobre el grupo Tábano, textos de Luis Matilla y el grupo Ditirambo y un espectáculo del teatro universitario de Murcia.

Los últimos títulos, difíciles de representar

Editorial Fundamentos mantiene con preferencia autores que con mucha dificultad pueden contrastar sus obras en los escenarios. Los últimos títulos son estudios y textos de los dramaturgos Alfonso Vallejo, Severo Sarduy, Miguel Romero Esteo, Manuel Martínez Mediero y José Ruibal. En ediciones del propio autor y de especialistas, Ediciones Cátedra publica periódicamente una colección de «clásicos», donde figuran Lope de Vega y Calderón de la Barca junto a Carlos Arniches, Fernando Arrabal, José Martín Recuerda, Miguel Mihura, Alfonso Sastre y Luis Riaza. Aymá Editora, en su colección Voz-Imagen, acaba de publicar obras de Antonio Buero Vallejo, Peter Shaffery Oscar Wilde. Otras editoriales publican teatro dentro de su fondo general, como Espasa-Calpe, Gredos, Anagrama, Bruguera, Castalia, Ariel, Grijalbo, Seix Barral y Planeta.