Argentina y Chile, optimistas ante las gestiones del enviado del Vaticano

Tanto Argentina y Chile como el propio cardenal Samore han expresado públicamente su optimismo por la buena marcha de la misión diplomática auspiciada por el Vaticano para contribuir al hallazgo de arreglo en el conflicto del Beagle. En tal sentido, son reveladoras las palabras del enviado papa¡, Antonio Samore, al llegar al aeropuerto de Santiago de Chile: «He tenido un magnífico comienzo», dijo.

Después de dos días de consultas y entrevistas en la capital argentina, el prelado italiano se reunió ayer con el ministro de Asuntos Exteriores chileno, Hernán Cubillos, y el grupo de experto...

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Tanto Argentina y Chile como el propio cardenal Samore han expresado públicamente su optimismo por la buena marcha de la misión diplomática auspiciada por el Vaticano para contribuir al hallazgo de arreglo en el conflicto del Beagle. En tal sentido, son reveladoras las palabras del enviado papa¡, Antonio Samore, al llegar al aeropuerto de Santiago de Chile: «He tenido un magnífico comienzo», dijo.

Después de dos días de consultas y entrevistas en la capital argentina, el prelado italiano se reunió ayer con el ministro de Asuntos Exteriores chileno, Hernán Cubillos, y el grupo de expertos relacionado con el pleito limítrofe, y se entrevistó con el general Augusto Pinochet.Aunque nada se ha concretado sobre los pasos que seguirá el enviado pontificio, la mayoría de los observadores estima que el cardenal Samore puede regresar ahora a Buenos Aires, y una vez recogida la información pertinente en los dos países litigantes (quizá aún visite otra vez Chile) volverá a Roma. Allí, los expertos vaticanos estudiarán las dos posiciones y tratarán de presentar al papa Juan Pablo II alguna fórmula para que Argentina y Chile reanuden las interrumprdas negociaciones, siempre con una base inicial de acuerdo que facilite el diálogo.

La presencia en el área del conflicto del cardenal Samore ha contribuido, indudablemente, a aliviar el grave clima de tensión bélica que se había producido en los días precedentes a la iniciativa del Vaticano. El presidente Pinochet, que tenía previsto pasar las fiestas de fin de año en la zona del conflicto, ha suspendido el viaje y parece que el general Videla tomará una medida similar.

No se han relajado, sin embargo, los dispositivos de defensa establecidos por los ejércitos de los dos países en el área del pleito. El grueso de las marinas chilena y argentina permanece vigilante en la zona, mientras continúa el envío de municiones, combustible y otros suministros.

Del éxito de la misión diplomática de la Santa Sede depende, en buena medida, la el lminación del riesgo de una guerra en el canal del Beagle. Aunque Argentina y Chile se han mostrado siempre muy cautos en la consideración del peligro real de un enfrentamiento armado, extraoficialmente se reconoce tanto en Santiago como en Buenos Aires que la intervención del Vaticano es la «última posibilidad» de arreglo pacífico del conflicto.

No menos de medio millón de chilenos serán expulsados de Argentina, de acuerdo con las medidas que están aplicando sus autoridades, según reveló en Santiago de Chile la importante Confederación de la Producción y el Comercio.

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