El enviado papal, cardenal Samoré, se entrevistó ayer con el general Pinochet

El enviado papal, cardenal Antonio Samoré, se reunió en la tarde de ayer con el presidente chileno Augusto Pinochet y el canciller Hernán Cubillos. Comenzó así sus primeras actividades para lograr una vía que permita superar el conflicto limítrofe con Argentina sobre el canal del Beagle.

Hoy el prelado iniciará una serie de reuniones de trabajo para analizar con los asesores de la cancillería cada uno de los puntos discrepantes con Argentina y ver la forma de lograr una fórmula que evite el enfrentamiento armado.El cardenal se entrevistó ayer en primer término con el ministro de Exterio...

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El enviado papal, cardenal Antonio Samoré, se reunió en la tarde de ayer con el presidente chileno Augusto Pinochet y el canciller Hernán Cubillos. Comenzó así sus primeras actividades para lograr una vía que permita superar el conflicto limítrofe con Argentina sobre el canal del Beagle.

Hoy el prelado iniciará una serie de reuniones de trabajo para analizar con los asesores de la cancillería cada uno de los puntos discrepantes con Argentina y ver la forma de lograr una fórmula que evite el enfrentamiento armado.El cardenal se entrevistó ayer en primer término con el ministro de Exteriores por espacio de tres cuartos de hora. Estaba asistido por sus asesores Fiorello Cavalle, Faustino Sáenz Muñoz y el nuncio de la Santa Sede, Angelo Sodano, en el antiguo palacio de la Moneda.

Desde ahí, el cardenal Antonio Samoré se trasladó hasta la sede gubernativa, el edificio Diego Portales, donde conversó con el presidente Augusto Pinochet. Pese a la reserva guardada se supo que en ambas entrevistas se reiteró al representante papal la vocación jurídica y pacifista de Chile y de observancia a los acuerdos y convenios internacionales libremente concertados.

El cardenal Samoré llegó ayer a Santiago procedente de la capital argentina. Antes de salir de Buenos Aires, el cardenal manifestó que, sin estar especialmente optimista, «tampoco estaba pesimista». Añadió que su misión «es muy difícil».

El enviado especial del papa Juan Pablo II inició su misión de paz siendo recibida su presencia con los nutridos aplausos del numeroso público que en el aeropuerto internacional de Pudahuel esperó su llegada.

Al descender del aparato oficial argentino que le condujo desde Buenos Aires, el cardenal Antonio Samoré recibió la bienvenida del ministro de Asunto Exteriores chileno, Hernán Cubillos, quien le expresó los deseo de su Gobierno de que pudiera llevar a feliz término su delicada misión.

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En su estancia en Argentina, Samoré, escuchó extensas exposiciones sobre la tesis argentina respecto al problema austral de límites por parte de altos funcionarios de la cancillería y del propio presidente Jorge Videla.

Se dijo en Santiago que el prelado permanecerá un día y medio en Chile en conversaciones con el presidente Augusto Pinochet, el canciller cubillos y personalidades chilenas que integraron la comisión que durante seis meses estuvo negociando un entendimiento con las autoridades argentinas.

En conversación con los periodistas, el prelado manifestó que el problema es tremendamente difícil, pero «la paz es siempre posible». Samoré se mostraba tranquilo y confiado y expresó que consideraba tremenda la responsabilidad que había recibido. Señaló que su misión podía resumirse en dos fases: primero enterarse de la situación y luego estudiar las posibilidades de un entendimiento entre chilenos y argentinos.

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