Tribuna:

Michael Innes: el profesor de literatura

John Innes Mackintosh, importante crítico británico y profesor universitario de literatura, opina que la universalmente admirada Serie Negra debería ser incluida en el género de los melodramas y no en el de las novelas, y ello aun cuando no existe entre novela y melodrama una clara línea demarcatoria, ahí está el caso Dickens para demostrarlo. Desde luego, la novela exige un trabajo de lima más delicado Evita las definiciones demasiado precisas a menos que sean funcionalmente necesarias, como «frío-caliente». El melodrama y por tanto, con él la Serie Negra, trabaja, sin embargo, ...

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John Innes Mackintosh, importante crítico británico y profesor universitario de literatura, opina que la universalmente admirada Serie Negra debería ser incluida en el género de los melodramas y no en el de las novelas, y ello aun cuando no existe entre novela y melodrama una clara línea demarcatoria, ahí está el caso Dickens para demostrarlo. Desde luego, la novela exige un trabajo de lima más delicado Evita las definiciones demasiado precisas a menos que sean funcionalmente necesarias, como «frío-caliente». El melodrama y por tanto, con él la Serie Negra, trabaja, sin embargo, bajo elprincipio técnico del «felpudo para baño», es decir, definiciones en extremo vulgares que se adaptan como un guante a la función para la que se les solicita.Este principio técnico elevado a la categoría de estilo ha producido el hecho innegable de que la literatura policíaca se cuente entre los géneros que mayor tirada alcanzan en el mercado. Difícilmente encontraremos una novela policíaca que no ofrezca al aficionado al género un mínimo de interés; pero también será dificil que encontremos novelas policíacas pensadas desde la literatura. Raymond Chandler parece ser el ejemplo máximo del género.

John Innes Mackintosh tiene una antigua debilidad, a la que nunca ha podido sustraerse: es autor con el seudónimo de Michael Innes de un buen número de novelas policíacas. Del por qué de esta afición (nada sorprendente, por cierto) Innes nos responde en uno de sus libros más famosos: « Un impulso espiritual, Un esfuerzo por compensar con unas pocas horas de distracción muchas horas de aburrimiento. »

Una sombra recorre lógicamente toda su obra, su vocación literaria. Y su obra toda parece más dedicada a la literatura tradicionalmente entendida que a un cultivo específico de la serie policial.

Con el habitual sentido del humor británico, Innes se autorretrata en sus novelas en la figura de Giles Gott, profesor de literatura, bibliógrafo empedernido y autor de novelas policíacas del más puro estilo felpudo de baño. La antítesis del Gott autor de Asesinato entre estalactitas, Crimen en el zoo, Veneno en el hipódromo y El caso del dentista temperamental (títulos que son alusiones irónicas a algunos famosos escritores y escritoras del género) es Michael Innes, en cuyos relatos todo transcurre con la máxima elegancia y discreción. No encontraremos en la literatura criminal pistoletazos tan limpios y tan urbanos como los que Innes describe. No encontraremos tampoco textos tan bien escritos como los suyos.

Un detalle destaca como fundamental en su producción, mientras la novela negra clásica pretende que sus hechos pudieran acontecer en la realidad, Innes se esfuerza por convencernos de que sus novelas no son sino sólo novelas, sus argumentos son únicamente fantasía literaria y sus situaciones y soluciones sólo son factibles en el interior de la novela.

El protagonista de casi todos sus relatos, el inspector John Appleby, de Scotland Yard, busca casi siempre la colaboración de un novelista (y en las novelas de Innes resulta dificil no tropezarse con alguno en las primeras páginas) y «durante las investigaciones Appleby parece sentirse verdaderamente desgraciado si el escritor no permanece a su lado », la razón de tan estrecha colaboración es que «una investigación es en gran parte una exploración de la conducta humana, una penetración del carácter humano» y nada más natural que un escritor para explorar caminos que suelen ser su ruta habitual.

El medio en que se desenvuelven los personajes está siempre relacionado con las letras, ya de forma erudita como en Hamlet, Venganza, ya en forma deliciosamente irónica como en El último libro de Sonia.

Los crímenes que Innes hace cometer a sus personajes son siempre crímenes novelescos o si no Innes mueve a sus marionetas en un medio en el que se generan multitud de crímenes distintos -a cuál más ingenioso, a cuál más fantástico- cuya veracidad sólo sería creíble por un Giles Gott en estado de sorprendente excitación.

John Appleby y el novelista de turno encontrarán la solución a tan variados delitos. Appleby será quien dé con la solución exacta. Giles Gott será quien describa la solución perfecta, literaria, que Innes y su lector quisiéramos.

Nota: Hamlet venganza -el principal título de Innes- y Muerte en la rectoría son encontrables en Selecciones del Séptimo Círculo de Alianza Editorial. Ediciones de Bolsillo publicó en su Serie Negra la entretenida Tras la niebla y la nieve. El último libro de Sonia se publicó en la Biblioteca Oro de Editorial Molino -éste sería un buen título para reeditar, dada su dificultad de localización.

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