España, convulsionada

«Tres años después de la muerte de Franco y 42 años después de la ejecución de Primo de Rivera, fusilado el 21 de noviembre de 1936, la nueva España es víctima de convulsiones que han jalonado largos períodos de su historia.Terrorismo, separatismo, huelgas, manifestaciones de calle nerviosas e impacientes, agitación en el Ejército, complot de algunas cabezas calientes que soñaban con secuestrar al primer ministro, llamamientos a un golpe de Estado, instituciones frágiles, crisis social, escepticismo popular, nada falta a este cuadro inquietante donde se pueden reconocer los rasgos de una Españ...

«Tres años después de la muerte de Franco y 42 años después de la ejecución de Primo de Rivera, fusilado el 21 de noviembre de 1936, la nueva España es víctima de convulsiones que han jalonado largos períodos de su historia.Terrorismo, separatismo, huelgas, manifestaciones de calle nerviosas e impacientes, agitación en el Ejército, complot de algunas cabezas calientes que soñaban con secuestrar al primer ministro, llamamientos a un golpe de Estado, instituciones frágiles, crisis social, escepticismo popular, nada falta a este cuadro inquietante donde se pueden reconocer los rasgos de una España anterior al franquismo. (...)

Claro está, la España de hoy no se le parece, su economía, su vida cotidiana, su aspecto físico durante cuarenta años se han, literalmente, metamorfoseado.

¿Pero la brutal cura franquista ha expulsado los viejos demonios?

( ... ) Se llegó a creer, cuando a la muerte de Franco se llevó a cabo el tránsito sin choques, con el impuso de una vasta zona de opinión situada entre la extrema derecha totalitaria y la izquierda socialista. (...)

El problema vasco, mejor dicho, el problema de la unidad nacional, ha sido, una vez más, el detonador de una crisis política que irá fatalmente acentuándose si el Estado español no reacciona. (...)»

20 noviembre