La óptica vital de un psiquiatra

Un deseo, quién sabe si inconsciente o no, le ha llevado al doctor Francisco Carles Egea a realizar un rápido viaje literario sobre la psiquiatría, el ser humano y, en resumen, la vida del hombre de hoy.Desde la represión hasta la anti-psiquiatría merecen un rápido y no muy profundo análisis por parte de la pluma ágil del profesor Egea. Cosas tan dispares como un análisis del sueño, de los toros o el fútbol junto al estudio de los mecanismos internos del azar y la culpa. Un deseo totalizador de hablar como una pequeña conversación de sobremesa de todos los temas queridos del autor que, sin emb...

Un deseo, quién sabe si inconsciente o no, le ha llevado al doctor Francisco Carles Egea a realizar un rápido viaje literario sobre la psiquiatría, el ser humano y, en resumen, la vida del hombre de hoy.Desde la represión hasta la anti-psiquiatría merecen un rápido y no muy profundo análisis por parte de la pluma ágil del profesor Egea. Cosas tan dispares como un análisis del sueño, de los toros o el fútbol junto al estudio de los mecanismos internos del azar y la culpa. Un deseo totalizador de hablar como una pequeña conversación de sobremesa de todos los temas queridos del autor que, sin embargo, por puras razones de espacio no pueden ser tratados nunca con el rigor requerido.

En la imagen no ya del psiquiatra, sino del colaborador del diario La Verdad de Murcia, Francisco Carles Egea se atreve hasta enfrentarse al tema debatido, complejo y peliagudo del feminismo y la identidad de la mujer en esta sociedad, para establecer un mundo de diferencias que nos resulta bastante familiar: «El hombre acepta mejor a los demás que no comparte, posee mayor repertorio diferencial y vive, en general, menos pendiente de su propia "burbuja" espacial.»

Lo cierto es que la amenidad supone, sin embargo, en la otra cara del espejo a que alude el título, una pérdida de rigor imprescindible, sobre todo, cuando se abordan temas de evidente trascendencia humana y social.