Juicio en Tarragona contra Francisco Franco Martínez Bordiú
Francisco Franco Martínez Bordiú, nieto del general Franco; Julio Ribera y Ramón Manuel Fernández fueron juzgados ayer en el Juzgado de Instrucción de Tortosa (Tarragona) por el supuesto delito de caza furtiva de machos monteses en la reserva nacional de los puertos de Tortosa y Beceite.
Declararon los guardas jurados que intervinieron en la detención de los tres acusados. Explicaron que el 5 de marzo de 1977 los guardas, al oír disparos en la reserva, procedieron a bloquear todas las salidas. Localizado un automóvil que no obedeció a las señales de alto, los guardas dispararon cont...
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Francisco Franco Martínez Bordiú, nieto del general Franco; Julio Ribera y Ramón Manuel Fernández fueron juzgados ayer en el Juzgado de Instrucción de Tortosa (Tarragona) por el supuesto delito de caza furtiva de machos monteses en la reserva nacional de los puertos de Tortosa y Beceite.
Declararon los guardas jurados que intervinieron en la detención de los tres acusados. Explicaron que el 5 de marzo de 1977 los guardas, al oír disparos en la reserva, procedieron a bloquear todas las salidas. Localizado un automóvil que no obedeció a las señales de alto, los guardas dispararon contra las ruedas del coche. El fiscal acusaba a Franco y a Ribera de ser los individuos que escaparon a pie y que tuvieron que recorrer veinte kilómetros hasta Tortosa, mientras que Fernández se entregó a los guardas forestales.
En la reserva apareció un macho cabrío sin cabeza, se encontró un rifle escondido fuera de la reserva y en el coche de los acusados había manchas de sangre.
Francisco Franco manifestó que desde las 17.00 hasta las 20.30 horas de la tarde del día 5 de marzo, él y sus compañeros simplemente habían estado paseando por la montaña, y que por esto habían dejado el rifle fuera de la reserva.
El abogado defensor acusó a los guardas de atentar contra la vida de sus defendidos, al cruzar un jeep en una de las pistas de la reserva para detener el automóvil de los acusados.
El juicio ha quedado visto para sentencia, que se espera sea dictada en el plazo de una semana.