Duros ataques de Fidel Castro a la Administración Carter
La rotunda negativa cubana a disminuir su presencia militar en Africa y las acusaciones de chantajista hechas el sábado por Fidel Castro a la Administración Carter pueden significar el inicio de una nueva congelación en las relaciones entre La Habana y Washington, que mejoraron notablemente en los últimos meses.El duro discurso pronunciado por Castro en la televisión cubana parece ser, una clara respuesta a la carta que le enviaran la semana pasada cuarenta senadores norteamericanos, en la que le pedían la liberación de varios detenidos políticos y la reducción del papel militar de Cuba...
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La rotunda negativa cubana a disminuir su presencia militar en Africa y las acusaciones de chantajista hechas el sábado por Fidel Castro a la Administración Carter pueden significar el inicio de una nueva congelación en las relaciones entre La Habana y Washington, que mejoraron notablemente en los últimos meses.El duro discurso pronunciado por Castro en la televisión cubana parece ser, una clara respuesta a la carta que le enviaran la semana pasada cuarenta senadores norteamericanos, en la que le pedían la liberación de varios detenidos políticos y la reducción del papel militar de Cuba en el continente africano.
En los círculos políticos de Estados Unidos se insiste en que el futuro de las relaciones económicas y políticas entre Washington y La Habana está condicionado por la presencia de tropas y asesores militares cubanos en distintos países de Africa.
Aunque Fidel Castro reconoció en su discurso que una mejoría de las relaciones económicas cubano- norteamericanas sería «buena para nuestro país» dejó bien claro que tales relaciones no serán nunca decisivas para la isla, como podrían serlo las que mantiene con el campo socialista y especialmente con la Unión Soviética. Castro añadió que su Gobierno había respondido con gesto positivo a los gestos positivos hechos por Washington y que se concretaron recientemente en la reapertura de oficinas consulares en ambas capitales.
Castro no se limitó a rechazar de plano cualquier presión sobre la presencia cubana en Africa, sino que pasó a atacar a Norteamérica en dos temas especialmente sensibles. De un lado, el, presidente del Consejo de Estado cubano reiteró su apoyo a la independencia de Puerto Rico, apoyo que continuará, dijo, «mientras quede un solo portorriqueño que defienda la idea de la independencia».