A puerta cerrada, Martín Villa informó al Senado sobre el terrorismo

A puerta cerrada, el ministro del Interior, Rodolfo Martín Villa, ofreció ayer un informe a la Comisión de Interior y Justicia del Senado sobre los sucesos de Málaga y La Laguna, y sobre los grupos terroristas de ambos extremos, que constituyó el tema esencial de su intervención. Los pocos detalles que se han filtrado acerca de estos informes invitan a pensar que el ministro no conecta el tema del terrorismo con lo ocurrido en Málaga y La Laguna, y que el Ministerio del Interior no tiene aún completado su informe sobre los sucesos de Tenerife.

La sesión informativa celebrada ayer por el...

A puerta cerrada, el ministro del Interior, Rodolfo Martín Villa, ofreció ayer un informe a la Comisión de Interior y Justicia del Senado sobre los sucesos de Málaga y La Laguna, y sobre los grupos terroristas de ambos extremos, que constituyó el tema esencial de su intervención. Los pocos detalles que se han filtrado acerca de estos informes invitan a pensar que el ministro no conecta el tema del terrorismo con lo ocurrido en Málaga y La Laguna, y que el Ministerio del Interior no tiene aún completado su informe sobre los sucesos de Tenerife.

La sesión informativa celebrada ayer por el señor Martín Villa en la mencionada comisión del Senado tuvo tres aspectos: política interior, Administración local y orden público. Sólo en la parte dedicada a los dos primeros fue permitida la presencia de la prensa. Al término de la reunión, el ministro -que había prometido resumir para la prensa los aspectos informables -únicamente citó los tres temas (Málaga, Tenerife, terrorismo), y al quejarse los periodistas del carácter reservado de la sesión, comentó: «Yo soy un mandado.»Durante la primera parte de su exposición, el señor Martín Villa dedicó más de media hora a explicar los aspectos ya conocidos de la reforma de las leyes de Asociación y Reunión, de la Administración local y de las elecciones municipales. En este punto, el senador Villar Arregui objetó que estos temas eran ya conocidos, y pidió que le pasase a los últimos previstos, después de lo cual el ministro resumió brevemente los problemas financieros de las haciendas locales -el actual déficit de 28.000 millones de pesetas será sufragado con créditos- y los proyectos de reforma de la ley de Orden Público, que ya está en las Cortes, y de reorganización de las fuerzas que ejercen esta función, que estará preparado a mediados de enero, próximo.

A continuación, el senador Fernández Viagas, del grupo socialista, se dirigió al ministro para, entre otras cosas, quejarse del bloqueo que han sufrido en las Cortes las iniciativas legisladoras socialistas dirigidas a la democratización, y lamentar que el paso a la jurisdicción ordinaria de los miembros de las fuerzas de orden público vaya acompañado de especiales medidas de protección jurídica para los mismos. También pidió que no se destruyan las fichas policiales de la anterior etapa, preguntándose si eso beneficiaría más a los responsables de la represión política; a lo que el señor Martín Villa replicó que no se trata de eximir de responsabilidad a nadie, sino de contribuir a la reconciliación.

El senador García Mateo, del grupo de Progresistas y Socialistas Independientes, preguntó si se ha previsto alguna forma de intervención de los ciudadanos cerca de las corporaciones locales, en vista de la anunciada reducción de la intervención estatal. Él ministro contestó que se ha aconsejado a los alcaldes que mantengan contactos informativos con los partidos. También se intereso el senador por la fijación de la edad de elector para los comicios municipales -si éstos se realizan antes de aprobada la Constitución- puesto que en el proyecto de ley no se especifica más que el hecho de que serán electores los mayores de edad. El señor Martín Villa prometió la regulación de este extremo.

Finalmente, antes de pasar a la fase de puerta cerrada, el senador Carvajal, del grupo socialista, preguntó si la orden de expulsión contra los implicados en el caso Revelli-Beaumont no hace ineficaz la sentencia de la Audiencia Nacional denegando la extradición, a lo que el ministro replicó que «no se puede convertir a España en paraíso de terrorismo o cuasi-terrorismo» y que «bastantes complicaciones tenemos con nuestros compatriotas, como para importar situaciones de este tipo».