Métodos para la observación de estrellas

Uno de los campos de la astrofísica es la observación de estrellas individuales. Para ello se pueden utilizar métodos espectroscópicos o fotométricas o ambos, en cuyo caso se complementan las observaciones.Con el método espectroscópico se estudia la distribución de energía emitida por la estrella en función de la longitud de onda o de la frecuencia. Esto es lo que se denomina espectro estelar, el cual nos da una información inmediata de los elementos químicos que constituyen la estrella, de su temperatura y de su velocidad de alejamiento o acercamiento por la medida del desplazamiento debido a...

Uno de los campos de la astrofísica es la observación de estrellas individuales. Para ello se pueden utilizar métodos espectroscópicos o fotométricas o ambos, en cuyo caso se complementan las observaciones.Con el método espectroscópico se estudia la distribución de energía emitida por la estrella en función de la longitud de onda o de la frecuencia. Esto es lo que se denomina espectro estelar, el cual nos da una información inmediata de los elementos químicos que constituyen la estrella, de su temperatura y de su velocidad de alejamiento o acercamiento por la medida del desplazamiento debido al efecto Doppler. Desde que se empezaron a obtener los espectros estelares, un gran número de investigadores se dedicó a la larga tarea de clasificación espectral, según la cual, cada estrella pertenece a un tipo determinado de acuerdo con las características de su espectro, como son: temperatura y variedad de elementos químicos constituyentes.

Con un análisis teórico más refinado del espectro estelar se puede llegar a obtener la abundancia y las condiciones físicas en que se encuentran los elementos químicos en las capas más exteriores de la estrelladenominadas atmósfera estelar, que es la única parte de la estrella de la que podemos obtener información directa. La parte inaccesible a la observación directa, llamada «el interior estelar», se estudia estableciendo las condiciones físicas; y con ayuda de una fuerte herramienta matemática se construyen los llamados modelos de estructura estelar, cuya fiabilidad se constata calculando teóricamente parámetros observables.

Mediante los métodos fotométricos se mide la cantidad de energía emitida por la estrella que por unidad de superficie y de tiempo llega a la Tierra, a partir de la cual obtenemos la magnitud, que no es más que el brillo de la estrella. Ya en la antigüedad los griegos clasificaron las estrellas de acuerdo con su magnitud, utilizando una fotometría visual (ojo humano).

Dependiendo de los sistemas de recepción, placa fotográfica o célula fotoeléctrica, se establecen diferentes sistemas fotométricos, el fotográfico y él fotoeléctrico, respectivamente, dando lugar a las magnitudes correspondientes. Con estos sistemas podemos también obtener el llamado índice de color de la estrella, que es una medida de la región espectral donde la estrella emite la mayor parte de su energía, realizando a continuación una clasificación de las estrellas por su índice de color.

Con los parámetros de clasificación mencionados (tipo espectral y magnitud) podemos tener una idea de la edad de la estrella y, en consecuencia, del estado evolutivo en que se encuentra.