Cine y testimonio histórico

Tal como había anunciado el comité organizador del Festival de Cine de San Sebastián, la mesa redonda sobre El cine como testimonio histórico se celebró el pasado jueves en las cercanías del Monte Igueldo, de San Sebastián. A la reunión asistieron entre otros: Marco Bellocchio. Elías Querejeta, Luis Alcoriza, Ricardo Muñoz Suay, Luis Correa, la actriz Laura Betti y el famoso documentalista Joris Ivens. Semprun, anunciado como director del coloquio no se presentó a la reunión. Nada más abrirse el debate, Laura Betti, intérprete de Il gabbiano leyó un comunicado en el que después d...

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Tal como había anunciado el comité organizador del Festival de Cine de San Sebastián, la mesa redonda sobre El cine como testimonio histórico se celebró el pasado jueves en las cercanías del Monte Igueldo, de San Sebastián. A la reunión asistieron entre otros: Marco Bellocchio. Elías Querejeta, Luis Alcoriza, Ricardo Muñoz Suay, Luis Correa, la actriz Laura Betti y el famoso documentalista Joris Ivens. Semprun, anunciado como director del coloquio no se presentó a la reunión. Nada más abrirse el debate, Laura Betti, intérprete de Il gabbiano leyó un comunicado en el que después de mostrar su satisfacción y la de sus compañeros por lit acogida que les había dispensado el festival y por los nuevos aires democráticos del mismo, se denunciaba a la compañía americana United Artist por lo que se consideraba un boicot al propio festival y al fallecido director Pasolini. La United Artist calificada de multinacional del cine, había vetado para el presente festival dos películas del director italiano que conserva en su poder: Salo o le 120 giornate di Sodoma (Salo o los 120 días de Sodoma) y Il Racontti di Canterbury (Los cuentos de Canterbury).

Generalizado el debate y ante la posibilidad de que la filial española fuese tan responsable o más del boicot que la propia compañía americana, se decidió nombrar una comisión compuesta por directores y miembros del comité organizador, para que una vez concretadas las responsabilidades elaborase un nuevo comunicado. Marco Bellocchio, mostró en seguida su decisión de participar en la citada comisión en cuanto que consideraba indignante el hecho de que una multinacional boicotease un festival donde a su juicio se respira una cierta libertad. Al igual que Laura Betti, Bellocchio aludió al hecho de que Pasolini se encuentra muerto y que por tanto no puede defenderse de los ataques hechos a sus películas. Una vez dado por finalizado este punto, las intervenciones comenzaron a.centrarse en el propio tema de la reunión; Roman Guberri aludió a la cualidad del cine como testimonio histórico: «No, otra cosa -añadió-significan las películas triunfalistas españolas de la posguerra o las de Frank Capra realizadas durante los años de la depresión; de lo que se trata en esas películas, es de sustituir la realidad por la ficción como sueños, pero en si misma constituyen un testimonio histórico de este momento, esa época, esas necesidades, esa situación política.»

A lo largo dela discusión, el mito de la neutralidad del director apareció como absolutamente falso para la mayoría de los realizadores. «Detrás de la expresión testimonio histórico, lo que en realidad se encuentra es la ideología, la interpretación. Los directores seleccionan los elementos, los interpretan y los manipulan».

Joris Ivens tomó la palabra dando cuentas de sus experiencias como documentalista en China, Vietnam, Cuba, así como en la guerra española, señalando dos tipos del cine: el «informativo y el de combate». En el primero de ellos, son los actores los que hablan, los que llevan la Iniciativa; en el de combate, el director es quien crea las situaciones y quien las resuelve. A este tipo de cine, corresponderían sus películas sobre la guerra española, mientras que sus reportajes sobre China pertenecerían al cine informativo.

Con respecto al cine realizado en la clandestinidad, se dio cuenta de una relación de Filmes entre los que se encontraban cintas sobre el proceso «1.001», sobre Vitoria, documentales realizados en el Interior de la cárcel de Carabanchel, la matanza de los abogados madrileños, etcétera; películas cuya realiz ación han costado decepciones y torturas. En ese sentido se destacó la enorme importancia de estos filmes, cuyaas copias, igualmente distribuidas en la clandestinidad, pueden cifrarse en centenares e incluso en miles. Cerrando el tema, Ricardo Muñoz Suay pidió que la próxima edición del festival dedicase una sección especial a este tipo de películas.

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