EXITO ESPAÑOL EN EL FESTIVAL DE BERLIN

Manuel Gutiérrez Aragón, mejor director, y Fernando Fernando Fernán Gómez, mejor intérprete

La cinematografía española acaba de apuntarse un doble e importante tanto en este XXVII Festival Internacional de Cine de Berlín,que concluyó ayer, tras doce días de proyecciones ininterrumpidas: Camada negra, de Manuel Gutiérrez Aragón obtuvo el premio al mejor director del certamen, y Fernando Fernán Gómez, el de interpretación masculina, por su papel en el filme de Juan Estelrich, El anacoreta.

El oso de oro otorgado por el jurado internacional correspondió a la película soviética La ascensión, de la realizadora Larissa Scheptiko, y el de plata, al filme de Robert Bresson,...

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La cinematografía española acaba de apuntarse un doble e importante tanto en este XXVII Festival Internacional de Cine de Berlín,que concluyó ayer, tras doce días de proyecciones ininterrumpidas: Camada negra, de Manuel Gutiérrez Aragón obtuvo el premio al mejor director del certamen, y Fernando Fernán Gómez, el de interpretación masculina, por su papel en el filme de Juan Estelrich, El anacoreta.

El oso de oro otorgado por el jurado internacional correspondió a la película soviética La ascensión, de la realizadora Larissa Scheptiko, y el de plata, al filme de Robert Bresson, Probablemente el diablo. Lily Tomlin consiguió el de la mejor interpi etación femenina por su papel en The late show, de Rober Benton.Si se piensa que el jurado que discutió y decidió estos premios estaba formado por personalidades de la talla de Fassbinder, Humberto Solas, Kontchalovsky, Martín Patino, Malcolm Dereck y Hellen Burtstyn, entre otros, se comprenderá que los premios alcanzan un distintivo de calidad infrecuente. Todo parece indicar que la cinematografía española atraviesa por uno de sus mejores momentos, y ello pese a que la Administración, en su sector cinematográfico, no ha dado todavía suficientes muestras de cambio y, en definitiva, adecuación con las nuevas circunstancias que vive el país. La película de Manuel Gutiérrez Aragón, por ejemplo, fue aprobada la víspera de su exhibición en Berlín, según comunicó el director general de cinematografía, quien matizó que el filme había sido aprobado por la censura con anterioridad, aunque el oficio -por extrañas circunstancias- no había llegado a su destino hasta el día antes.

En cualquier caso, el hecho de que España sea el único país que aparece por dos ocasiones en este reducido palmarés es buen muestra de que su peso en el certamen ha sido más que notable. Si con una industria poco desarrollada y valorada y con una Administración que no facilita en absoluto la libertad de creación, un país como el nuestro ha podido obtener en algo más de un año cinco premios importantes (dos el pasado año, en Cannes, uno en su última edición, y ahora, nueva mente, dos en Berlín) se comprenderá el porqué la cinematografía nacional se esta convirtiendo, poco a poco, en uno de los centros de atracción de los festivales internacionales.

El merecido premio de Fernando Fernán Gómez es aún, si cabe, más espectacular, puesto que en 1977 otro español, Fernando Rey, obtuvo el mismo premio en Cannes, y a ello hay que añadir el que consiguió José Luis Gómez en la edición de 1976: los actores españoles están demostrando su solidez profesional en un terreno en el que hasta hace muy poco eran, prácticamente, unos desconocidos, es decir, en la cinematografía internacional.

Berlín concluye tras una exhibición de eficacia organizativa y con un importante éxito para el cine español.

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