Ambicioso programa del FORPPA para sustituir importaciones de maíz

El último comité ejecutivo y financiero del FORPA aprobó elevar a Consejo de Ministros una moción consistente en impulsar la utilización de las mezclas de la remolacha para ser utilizadas para la producción de piensos con destino a la ganadería, al igual que ocurre en la totalidad de los países europeos.

Esta medida, que tendría una gran importancia en la política de sustitución de importaciones seguida por el FORPPA, consistiría en utilizar, bien por incorporación a las fórmulas de piensos a través de fabricantes, bien directamente por los ganaderos melazando piensos bastos, un mínimo ...

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El último comité ejecutivo y financiero del FORPA aprobó elevar a Consejo de Ministros una moción consistente en impulsar la utilización de las mezclas de la remolacha para ser utilizadas para la producción de piensos con destino a la ganadería, al igual que ocurre en la totalidad de los países europeos.

Esta medida, que tendría una gran importancia en la política de sustitución de importaciones seguida por el FORPPA, consistiría en utilizar, bien por incorporación a las fórmulas de piensos a través de fabricantes, bien directamente por los ganaderos melazando piensos bastos, un mínimo de 125.000 toneladas de melazas en la campaña 1977-78, lo que podría suponer la sustitución de 170.000 toneladas de maíz, y de un mínimo de 225.000 toneladas en la campaña siguiente, lo que podría originar la sustitución de 307.500 toneladas de maíz, estimándose que si se llega a acostumbrar a la ganadería nacional al consumo de este tipo de pienso podrían alcanzarse cotas muy superiores en la sustitución de piensos importados.Los cálculos realizados indican que la melaza puede sustituir al maíz en una proporción de 1,5 kilogramos por uno, teniendo en cuenta que se puede compensar el menor contenido en proteínas de la melaza mediante la adición de urea. Por otra parte, se considera que la utilización como aditivo en alimentos celulósicos básicos de otros productos puede ofrecer todavía más interés.

Todo esto podría suponer un ahorro que se estima en 1.656 millones de pesetas en el primer año y 2.898 millones en el segundo, es decir 4.550 millones de pesetas en sustitución de importaciones de maíz.

Por otra parte, esta utilización de la melaza tendría una incidencia favorable sobre el sector remolachero, ya que de la fabricación de azúcar se obtiene en la última fase como subproducto la melaza que contiene todavía una notable cantidad de azúcar próxima al 50%, junto con una serie de elementos minerales orgánicos, que es precisamente lo que confiere un notable valor como alimento para ciertos tipos de ganado.

La promoción de la melaza azucarera para la producción de piensos se enfrenta, sin embargo, con diferentes problemas. El primero de ellos es que la expansión de la utilización de la melaza para piensos exige la instalación de maquinaria especial, lo que demanda unas inversiones iniciales de cierta cuantía. De la misma manera, existe cierta inseguridad en el suministro permanente de melazas ya que hasta ahora mismo venía sufriendo ciertas alteraciones. En cuanto al uso directo por los ganaderos hace falta establecer una red de suministro amplia que asegure el abastecimiento.

Resuelto el problema de un abastecimiento permanente dada la situación excedentaria que provoca los actuales volúmenes de producción de remolacha, y que se piensa mantener en cifras aproximadas en las futuras campañas, el único problema que persiste parece ser que es el del precio de promoción. El FORPPA garantizaría el suministro a 4,50 pesetas kilo de melaza para la campaña 1977-78 y a cinco pesetas para la siguiente.

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