Cartas al director

Retratos oficiales

Las fotografías del Jefe del Estado español fallecido, don Francisco Franco Bahamonde y de José Antonio Primo de Rivera se hallan emplazadas en los sitios más conspicuos de los organismos del Estado y entidades parestatales. En este caso que deseo exponer, se trata de arribulatorios del Seguro de Enfermedad. El público asisten te a estos ambulatorios vio cómo transcurrían los meses sin que se advirtieran signos de cambiar dichas fotografías por la del nuevo Jefe del Estado español, el Rey don Juan Carlos I. Entre el público, unos comentaban este extraño hecho a hurtadillas, como si el expresar...

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Las fotografías del Jefe del Estado español fallecido, don Francisco Franco Bahamonde y de José Antonio Primo de Rivera se hallan emplazadas en los sitios más conspicuos de los organismos del Estado y entidades parestatales. En este caso que deseo exponer, se trata de arribulatorios del Seguro de Enfermedad. El público asisten te a estos ambulatorios vio cómo transcurrían los meses sin que se advirtieran signos de cambiar dichas fotografías por la del nuevo Jefe del Estado español, el Rey don Juan Carlos I. Entre el público, unos comentaban este extraño hecho a hurtadillas, como si el expresar en voz alta su extrañeza o descontento pudiera acarrearles a saber qué graves represalias, pero otros, más audaces o inconscientes, exteriorizaban su disgusto y repudio de tan anómala situación, a todas luces intolerable para una nación que se dice ser un Estado de Derecho (cosa que debiera empezar siendo patente desde la mismísima cabeza visible de ese Estado hasta el último de sus ciu dadanos). Pero finalmente, se ha llegado a una fórmula dichosa por lo menos, en el miniambulatorio donde yo personalmente he con templado esta ingenios la solución.En el miniambulatorio de Cea Bermúdez, 10, se personaron hace unos días, unos enviados del ambulatorio de «Matías Montero», enclavado en la calle Quintana, 11, y . al que está adscrito el miniambulatorio que nos ocupa, y tras unos tanteos y estudio del grupo fotográfico compuesto por sendas fotografías del Caudillo y José Antonio, tuvieron la «feliz» ocurrencia de retirar el crucifijo de El Salvador, colocado entre ambos, y en su lugar colgaron la fotografía de Su Majestad, que aparece muy cápitidísminuida por ser mucho más reducida la lámina y el marco que la encuadra. El crucifijo ha sido relegado a un rincón de la estancia en el vestíbulo de recepción, donde ha quedado semioculto a las miradas del público. ¡Y luego se ras,garán las vestiduras diciendo a gritos que hay que defender los valores religiosos de la patria a todo evento!

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