Detenido en Francia el presunto cuarto integrante del grupo que robó en el Louvre el pasado octubre
Un informe encargado por el museo en 2019 ya alertaba de que la ventana por la que accedieron los ladrones era uno de los principales fallos de seguridad de la pinacoteca
Las piezas de puzzle del robo del Louvre comienzan a formar una imagen más clara. El último miembro del comando buscado por el ya conocido como robo del siglo en la pinacoteca parisina fue detenido este martes por la mañana en Laval (Loira). Actualmente se encuentra bajo custodia policial en París acusado de “robo en banda organizada” y “asociación de malhechores”. Además de este hombre, se arrestó a tres sospechosos más: un hombre y dos mujeres de 31 y 40 años, según informó la fiscalía de París. El único problema, sin embargo, es que las joyas siguen sustraídas el 19 de octubre, con un valor de unos 88 millones de euros, siguen sin aparecer.
La policía ha ido completando el trabajo de investigación durante el último mes y medio. Otros dos sospechosos, también de Aubervilliers, fueron detenidos el 25 de octubre y están en prisión preventiva. Se les acusa de haber entrado a la galería con chalecos amarillos para hacerse pasar por trabajadores.
El ADN de uno de ellos, Abdoulaye N. (conocido en YouTube como “Doudou Cross Bitume”), se encontró en una de las vitrinas fracturadas y en objetos abandonados. Este hombre, taxista clandestino y conocido por delitos anteriores, admitió haber participado en el robo por encargo de individuos no identificados. El ADN de su cómplice, un argelino de 34 años que vive en Francia desde 2010 y que intentaba regresar a su país cuando fue detenido en el aeropuerto Charles de Gaulle, también se halló en uno de los scooters usados para la huida.
El tercer sospechoso fue detenido el 29 de octubre. Es originario de Seine-Saint-Denis, al norte de París, y tiene un extenso historial criminal con once condenas previas por delitos como violencia, infracciones de tránsito y robos agravados. El Louvre no fue su primer trabajo con los otros detenidos. En 2015 había sido condenado con uno de los dos primeros sospechosos.
La fiscal de París, Laure Beccuau, señaló que los implicados son personas locales con perfiles poco comunes en criminalidad organizada, pero que rápidamente cometen delitos graves.
El periódico Le Monde publicó este martes que una auditoría de seguridad realizada en 2018 por la joyería Van Cleef & Arpels para el museo había identificado de manera muy precisa, como punto de vulnerabilidad, el balcón utilizado por los ladrones y el uso de un montacargas para acceder a él. La justicia parisina, encargada del robo, no ha tenido, hasta la fecha, conocimiento de este informe, señala el rotativo. Pero podría abrir una nueva pista para los investigadores sobre posibles instigadores que se habrían beneficiado de la filtración de este documento.
En el informe, dos páginas y tres esquemas visuales tratan específicamente sobre el balcón que da a la Galería de Apolo, por el cual dos miembros del comando ingresaron utilizando cortadoras eléctricas. En una de las infografías, el balcón incluso está rodeado por un círculo. Los autores de la auditoría insisten, en su texto, en la ventana que da al muelle François-Mitterrand, a la que califican como “uno de los mayores puntos de vulnerabilidad del establecimiento”.
Las joyas sustraídas están valoradas en unos 88 millones de euros y, como no pueden ser vendidas en el mercado, se teme que puedan haber sido desmontadas para liquidarse por separado. Un conjunto de 8.700 diamantes, 34 zafiros, 38 esmeraldas y más de 200 perlas, síntesis de siglos de historia política francesa. Como medida preventiva, el Louvre ha trasladado ahora algunas de sus joyas más valiosas de esa misma galería al Banco de Francia, que guarda las reservas de oro del país en una enorme bóveda situada a 27 metros bajo tierra, y que se encuentra a solo 500 metros del museo.
La reputación del museo no se había visto tan dañada desde que Vincenzo Peruggia,un italiano que había trabajado como cristalero en el Louvre, robó laMona Lisa en 1911. Pero el robo de las joyas de Napoleón no fue el último capítulo. Hace dos semanas, la pinacoteca se vio obligada a cerrar otro ala del museo por problemas de seguridad en las instalaciones.