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El Louvre se defiende de las críticas aunque admite fallos en la seguridad

La presidenta del museo reivindica su gestión tras la publicación de un informe del Tribunal de Cuentas que le reprocha haber priorizado la adquisición de obras

Un día después de que el Tribunal de Cuentas de Francia cuestionase en un demoledor informe la gestión de la dirección del Museo del Louvre tras el robo de las joyas de la Corona el pasado 19 de octubre, la presidenta del museo, Laurence des Cars, se ha defendido de las críticas, que considera excesivas. Eso sí, ha admitido que la red de videovigilancia es uno “de los puntos más débiles” del museo. Lo ha declarado a la cadena France Info, el mismo día en el que se ha celebrado un consejo de administración extraordinario, convocado a petición de la ministra de Cultura, Rachida Dati, para abordar la gobernanza del Louvre y los problemas de seguridad. La pinacoteca, que es la más visitada del mundo, “necesita una modernización más que nunca, para convertirse en un museo del siglo XXI, algo que no es hoy en día”, ha admitido en una entrevista a la citada cadena.

El consejo de administración se ha celebrado un día después de que el Tribunal de Cuentas publicara un documento que analiza el periodo 2018-2024 y en el que reprocha al museo haber privilegiado la adquisición de obras (2.754 piezas en ocho años) a los trabajos de modernización y mejora de las instalaciones.

El informe se cerró antes del asalto del pasado día 19, que puso en evidencia los fallos en la seguridad: cuatro hombres treparon a plena luz del día por una escalera de mudanza hasta el balcón que conduce a la galería de Apolo, una de las más visitadas y donde se encontraban las joyas de la Corona. Armados con radiales, rompieron las vitrinas donde estaban las ocho piezas y salieron por donde habían entrado. Todo en siete minutos. En estas tres semanas se ha logrado detener a un total de siete personas. Cuatro de ellas están en prisión preventiva, aunque las joyas, con un coste estimado en 88 millones de euros pero de un valor patrimonial incalculable, siguen sin aparecer.

“El Tribunal de Cuentas se equivoca al ser tan severo, porque hemos cumplido con nuestra misión y hemos entendido la magnitud de los problemas de seguridad” que tiene el museo, ha explicado a France Info la presidenta del Louvre, que presentó su dimisión tras el asalto, pero el presidente francés, Emmanuel Macron, rechazó.

El periodo que abarca el informe del organismo implica también al expresidente del Louvre Jean-Luc Martinez. Estuvo al frente hasta 2021, año en el que llegó Laurence des Cars, la primera mujer al mando de la pinacoteca. Esta se ha defendido de las críticas incidiendo en que el Tribunal de Cuentas “hace una valoración desde el punto de vista contable”. Niega toda irregularidad en la gestión de la pinacoteca, pero sí ha dicho que desde hoy entra en vigor “un plan de seguridad”, sin especificar.

El principal reproche que hace el organismo es que diera prioridad durante todos esos años a la adquisición de obras y otras “operaciones con el objetivo de atraer a visitantes”. El Louvre recibe cada año unos ocho millones de personas (8,7 millones en 2024), 300.000 al día.

El organismo incide en que, teniendo en cuenta el aumento de la afluencia de público, la red de videovigilancia del Louvre es insuficiente. Solo un 40% de las salas del museo está equipada con cámaras. Laurence des Cars defiende que entre 2023 y 2025 se han instalado 134 cámaras más. “No tengo el sentimiento de haber fracasado, sino de estar llevando a cabo un proyecto de transformación del Louvre, porque al poco de asumir el cargo fui consciente de los problemas”, ha insistido.

La directiva ha justificado esa política de adquisiciones que el Tribunal de Cuentas considera excesiva, pues el 20% de los ingresos por las entradas al museo se ha dedicado a ello. Según Laurence des Cars, estas compras no están reñidas con los trabajos de modernización y ha argumentado que la adquisición de algunas obras era una de las prioridades, pues supone enriquecer el patrimonio nacional.

Alega que algunas piezas han sido financiadas gracias a donaciones o aportaciones de empresas como LVMH, que aportó más de 15 millones de euros para una de las últimas adquisiciones, una obra de Jean Siméon Chardin.

Nadie imaginaba un asalto como el del pasado 19 de octubre. Entre 2018 y 20245, el Louvre sólo movilizó 27 millones de euros de su presupuesto para trabajos de mantenimiento de las instalaciones y 60 millones para labores de restauración. Esto contrasta con los 105,4 millones comprometidos para la adquisición de obras.

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