Paco Cerdà, premio Nacional de Narrativa 2025
El jurado le ha galardonado por su obra ‘Presentes’, donde relata la mitificación del falangista José Antonio Primo de Rivera con su traslado a hombros desde Alicante a El Escorial
Una obra de no ficción literaria ha ganado el Premio Nacional de Narrativa: Presentes (Alfaguara) de Paco Cerdà (Genovés, Valencia, 40 años). Aún impactado tras recibir la llamada del Ministro de Cultura y después de haber salido a la calle para airearse tras haber colgado el teléfono, Cerdà recuerda cuál fue el origen de este libro cuyo núcleo argumental es la procesión que trasladó el cadáver de José Antonio Primo de Rivera al Monasterio de El Escorial a finales de 1939. “Fue el algoritmo”. Mientras buscaba información sobre El peón, cuya traducción inglesa presentó la semana pasada en Chicago y Dallas, el algoritmo de YouTube le hizo ver imágenes de aquel pavoroso espectáculo falangista. Presentes, publicado en septiembre 2024, se traducirá a seis lenguas en las editoriales de máximo prestigio (Gallimard, Mondadori, Simon & Schuster…) y se distribuirá en 15 países.
“El material era increíble, yo no inventé nada, este Premio Nacional es a la realidad”, cuenta Cerdà mientras cierra la puerta del ascensor y entra a su piso en Valencia. El jurado que concede el Premio Nacional de Narrativa, dotado con 30.000 euros, ha argumentado su decisión con otras palabras: “Es una particular crónica coral que permite entrelazar, gracias a sus hallazgos estructurales, las diferentes voces sin perder el ritmo para abordar un episodio de nuestra historia solemne y grotesco a la vez”. A estas voces sí se refiere también Cerdà en conversación con EL PAÍS. “El Premio es para el coro de voces pequeñas a las que Presentes por fin da voz”. Porque a la vez que el lector del libro contempla la descripción precisa de “un episodio de nuestra historia solemne y grotesco”, Cerdà intercala otras miniaturas a través de las cuales se escucha lo silenciado: el miedo, el dolor y la muerte de los represaliados tras el fin de la Guerra Civil.
Paco Cerdà, que fue editor, es periodista y escritor y es una de las figuras de las letras españolas que mejor representa una de las tendencias más potentes de la literatura europea desde hace un cuarto de siglo: la no ficción literaria. El Premio Nacional es un reconocimiento institucional de este género híbrido. Es colaborador habitual de estas páginas, también del suplemento cultural Quadern. Si Los últimos (2017), su primer libro, era una descripción de la España despoblada, con El peón (2020) encontró la forma para explorar la esencia de su proyecto cívico y literario: recuperar a los anónimos barridos por la historia. Una partida de ajedrez entre el mito de la Guerra Fría Bobby Fischer y el niño prodigio español Arturito Pomar era la anécdota que le permitía contar un mundo. Cuando presentó el proyecto 14 de abril (2022) al Premio de No Ficción Libros del Asteroide, el jurado no dudó: aquella minuciosa reconstrucción de las personas fallecidas ese día de alegría permitía otra vez dar voz a los que nadie ha escuchado.
“Es el mejor escritor de nuestra generación”, escribió en X el periodista Fernando Navarro. La editora Carme Riera apostó fuerte para incorporarlo al catálogo de Alfaguara. “Su habilidad para sondear lo real y transformarlo en una literatura que vuela y emociona esconde un trabajo minucioso y un respeto absoluto por la verdad, el rigor y el detalle”, declaró la editora a los pocos minutos de conocer la noticia de la concesión. Cerdà se recordaba fascinado de pequeño viendo los libros de esa editorial, leyendo en el lomo de los volúmenes el nombre de Manuel Vicent.
La precisa máquina narrativa que es Presentes funciona contraponiendo dos planos perfectamente coetáneos: la procesión falangista y la represión, el espectáculo y el silencio. “En la escuela te robaban la memoria / hacían mentira del presente” dice el cantautor Raimon en unos versos que fascinan a Cerdà. La primera entrevista que concedió antes de la salida de Presentes fue a Ferran Bono y Mònica Torres lo fotografía en el cementerio de Alicante. Allí Cerdà desveló una de las claves cívicas de su proyecto literario: su bisabuelo fue fusilado el año 1943 en Paterna. “Su abuelo Pepe cumple 99 años en noviembre. Se quedó huérfano de padre a los 17. Nunca quiso hablar apenas de cómo su progenitor, Francisco Arroyo Rubio, electricista que fue concejal de Unión Republicana en Burjassot, fue fusilado”, explicaba Ferran Bono.
En una biblioteca de Zaragoza, pocos días antes de la presentación de Presentes en la librería Cálamo, el usuario de una biblioteca vio el ejemplar y le preguntó al bibliotecario si se lo recomendaba. Dijo que sí con entusiasmo y se refirió a otra historia familiar. El abuelo del bibliotecario había formado parte de uno de los pelotones que fusilaron presos republicanos en Paterna. Y hasta el último día repitió “¡qué guapo era!” refiriéndose a un joven al que tuvo que disparar. Cerdà no sabe si la víctima podría ser su abuelo, pero tampoco sabremos nunca si el Miralles de Soldados de Salamina salvó a Sánchez Mazas. Aunque sí sabemos que a aquel hombre se le encasquilló el fusil cuando debía disparar, lo abroncaron sus superiores y al final mató. Pero nunca olvidó el rostro de aquella víctima. Ellos, los silenciados, son ahora los presentes.