Jane Fonda lidera el relanzamiento de un comité de defensa de la libertad de expresión en EEUU
Más de 500 celebridades se unen al movimiento fundado por el padre de la actriz estadounidense, Henry Fonda, en una época “oscura en la que las autoridades reprimían y perseguían a los ciudadanos por sus creencias políticas”
Más de 500 celebridades, encabezadas por la actriz Jane Fonda, han relanzado el Comité para la Primera Enmienda, un grupo originado en la década de 1940 con el objetivo de defender la libertad de expresión en EE UU. El comité, fundado por el padre de la artista neoyorquina de 87 años, Henry Fonda, fue creado durante “una época oscura en la que las autoridades reprimían y perseguían a los ciudadanos estadounidenses por sus creencias políticas”, según señala el escrito de la organización publicado este miércoles.
Formaban parte los artistas Lauren Bacall, Lucille Ball, Judy Garland, Humphrey Bogart, Gene Kelly, Frank Sinatra o el propio Fonda. En el escrito se recuerda cómo, en aquellos años, las personas eran incluidas en listas negras, acosadas, silenciadas e incluso encarceladas. “El Gobierno Federal está nuevamente involucrado en una campaña coordinada para silenciar a los críticos, los medios de comunicación, el poder judicial, el mundo académico y la industria del entretenimiento. Nos negamos a quedarnos de brazos cruzados y permitir que eso suceda”.
Además de Fonda, el grupo actual está formado por 550 celebridades entre las que destacan Pedro Pascal, Anne Hathaway, Ben Stiller, Whoopi Goldberg o Billie Eilish. La industria del entretenimiento en EE UU ha mostrado su descontento y preocupación en torno a la libertad de expresión, que defiende la Primera Enmienda de la constitución estadounidense, más intensamente después de que el programa de Jimmy Kimmel fuera retirado temporalmente de ABC por unos comentarios relacionados con el asesinato del activista ultraconsevador Charlie Kirk.
Jimmy Kimmel Live! salió del aire apenas unas horas después de que el presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en ingles), Brendan Carr, amenazara en un podcast con tomar medidas contra el canal, incluyendo el retiro de sus credenciales, si no “castigaban” a Kimmel.
La publicación del Comité para la Primera Enmienda enfatiza que la “libertad de expresión es un derecho inalienable de todos los estadounidenses, independientemente de su origen o de sus creencias políticas, sin importar lo liberales o conservadores que sean”. Asimismo, sostiene que la capacidad de criticar, cuestionar, protestar e incluso burlarse de quienes están en el poder es “fundamental para lo que Estados Unidos siempre ha aspirado a ser”.
“La formación de este Comité no es un aviso. Es el comienzo de una lucha sostenida”, se lee en su página web. “Hoy continuamos preparándonos para lo que se avecina, resistiendo con la no cooperación —pero siempre sin violencia— cuando sea necesario, y asegurándonos de que nuestra voz colectiva sea fuerte y decidida en estos tiempos peligrosos".
El comunicado termina casi en advertencia: “Aquellos que se benefician de nuestro trabajo mientras amenazan el sustento de los trabajadores comunes, se someten a la censura del Gobierno y se acobardan ante la intimidación brutal: los vemos y la historia no los olvidará.” Para después clavar en la última línea: “Esto no será lo último que oigan de nosotros.”
El presentador Jimmy Kimmel regresó; no obstante, decenas de personas, entre ellas periodistas, profesores o bomberos, fueron despedidas de sus trabajos por hacer comentarios considerados inapropiados sobre el asesinato de Kirk. Uno de los despidos más comentados es el del analista político Matthew Dowd, a quien desvincularon de la cadena MSNBC después de que él sugiriera que el asesinato de Kirk estuvo motivado por su discurso polarizador. Además, el Departamento de Estado advirtió que retiraría visas a extranjeros que se burlaran del asesinato de Kirk, mientras que el vicepresidente JD Vance pidió denunciar a quienes celebraran el crimen y contactar a sus empleadores.