Arrasado un campamento romano de las guerras cántabras en Palencia con maquinaria pesada

Un particular ha levantado el castro con un ‘bulldozer’ sin contar con permisos y se expone a una fuerte multa

Un bulldozer sobre los restos del campamento romano, destruido para reforestación.

Terrenos levantados, arrasados, devastados para plantar árboles. Los restos de un campamento romano en Santibáñez de la Peña (Palencia) datado en la época de las guerras Cántabras frente a las tropas imperiales del siglo I han quedado destruidos debido a que un particular ha accedido a ellos con maquinaria pesada y lo ha destrozado para colocar ahí una plantación de árboles. El yacimiento no contaba con la consideración de Bien de Interés Cultural (BIC), pero sí con una protección similar. El arqueólogo Jesús Torres, uno de los especialistas que trabajan en el castro, asegura que en la zona era perfectamente conocida la existencia de este asentamiento. El consejero de Cultura de Castilla y León, Gonzalo Santonja, ha tildado los hechos de “quebranto verdaderamente irreparable” y ha anunciado reacciones contundentes, con multas de hasta 600.000 euros.

La destrucción ha desolado a Jesús Torres, uno de los expertos que han trabajado sobre este legado romano en el marco de las guerras Cántabras durante la expansión imperial por la península Ibérica durante el siglo I. La semana pasada Torres visitó el espacio para unas grabaciones y todo se encontraba en buenas condiciones, más allá del vandalismo y expolios ocasionales, esta vez traducidos en la desaparición de una señal indicativa. Después, marchó hacia Castilla-La Mancha, donde su equipo está trabajando en más excavaciones. Allí supo que durante el pasado viernes 21 de febrero el alcalde pedáneo de Las Heras, dependiente de Santibáñez de la Peña (Palencia), había utilizado maquinaria pesada, un vehículo bulldozer, para acceder a esos terrenos y ocasionar los estragos. La explicación que mantienen es que el alcalde, para acceder a unas subvenciones, había aceptado ceder unos terrenos para reforestar y que, “sin encomendarse ni a Dios ni al diablo, el alcalde cogió la máquina y adelante por su cuenta” para preparar esas “dos o tres hectáreas” para la empresa encargada de la plantación de árboles. “Él dice que no tenía constancia de que hubiera yacimiento alguno, pero a todas las pedanías se envían actualizaciones de los avances que se hacen anualmente, es un entorno que no está cerrado, el año pasado hicimos nuevos descubrimientos y el fenómeno de las guerras Cántabras está en desarrollo”, lamenta Torres sobre los argumentos del autor, quien se está justificando afirmando que desconocía que en esas eras existiese un yacimiento de tal valor.

Los investigadores declinan esa versión porque por esos suelos suele verse a gente trabajando, los medios de comunicación divulgan frecuentemente los hallazgos del espacio y lo saben hasta los furtivos de la zona, que alguna noche se adentran en busca de vestigios.

Vestigios del asentamiento romano, reducidos a escombros por el paso de maquinaria en Palencia.

El arqueólogo cree que el vecino de Las Heras obró así porque de haber escrito al Ayuntamiento de Santibáñez de la Peña, donde sí hay constancia del valor histórico de este campamento romano, le hubieran denegado directamente el permiso para trabajar sobre ese terreno. “Tenemos allí la mayor colección de puntas romanas de flecha del mundo, proyectiles, material militar de miles de piezas. Un campo de batalla imperial de los más importantes del mundo. Estaba casi completo, caso inédito en Europa”, se atormenta Torres, que considera que ha quedado “arrasado completamente. No es ninguna expresión retórica. Arrasado”.

El alcalde de Santibáñez de la Peña, Manuel Maza, de quien depende este núcleo, condena la actuación del presidente de esa pequeña junta vecinal: “Ha sido una faena seria por alguien que decidió que como era suyo podía hacer lo que quisiera. Tiene por costumbre ir por libre en vez de apoyarse en el Ayuntamiento, estamos más al día de las cosas y ha pasado lo que ha pasado. Cuando nos hemos dado cuenta, un bulldozer de estos en poco tiempo arrasa con el gancho, hace unas zanjas impresionantes”. Maza no cree las versiones del pedáneo porque “a la entrada del castro principal hay un cartelón donde se ubican los castellum, todos los años hacemos campañas, puertas abiertas y presentaciones audiovisuales desde hace un montón de años”. “El daño está hecho, la Junta ya ha venido y han quedado con Patrimonio en hacer un estudio del daño con los arqueólogos que conocen el terreno y una prospección antes de que lleguen expoliadores, porque habrán salido materiales a la superficie”, anuncia Maza, ahora amenazado por los ladrones.

Restos del campamento romano, destruidos para plantar árboles en Palencia.

El consejero de Cultura, Gonzalo Santonja, ha anunciado firmeza en la reacción de las autoridades patrimoniales: “Nuestra intervención tiene que ser contundente, porque esto no se puede admitir ni se puede justificar de ninguna manera”. El conjunto carecía del estatus de BIC, pero sí otras catalogaciones que permiten multas cuantiosas, de hasta 600.000 euros. Santonja ha advertido de que intentarán aplicar sanciones elevadas sobre “algo que no se puede entender”. “Las cosas hay que decirlas como son. Ha sido destrozado, porque han metido un buldócer y el quebranto es verdaderamente irreparable”, ha destacado el consejero, molesto con la actitud del alcalde: “Una intervención de esta naturaleza para hacer una plantación de árboles requiere de la tramitación de unos permisos”.

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