El artista Abel Azcona se reencontrará con su madre en una ‘performance’ 37 años después de que lo abandonara
El encuentro en el Círculo de Bellas Artes de Madrid será el final de una “obra procesual” que el artista comenzó en 2023 cuando volvió a tener noticias de su progenitora
La madre de Abel Azcona era una prostituta heroinómana. Lo vio nacer cuando tenía 18 años y después de intentar abortarlo tres veces, algo que el artista definió en una entrevista a este periódico como “el mayor acto de amor” que había recibido “nunca”. Y así lo justificaba: “A mí, como a otros niños que nacieron en los ochenta de madres heroinómanas, al obligarme a nacer a pesar de que mi madre quiso abortar tres veces, me estaban quitando un derecho, el derecho a no nacer en un determinado ámbito de violencia y maltrato. Yo hubiera estado mejor no nacido”. Luego, a los pocos días lo abandonó. No supo más de ella hasta octubre de 2023, pero no la ha conocido todavía. El 1 de abril, 37 años después del abandono, lo hará. Isabel Gómez reencontrará a su hijo en una performance en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.
El encuentro será el final de una “obra procesual” que el artista empezó el 19 de octubre del 2023 y que ha durado hasta ahora. En verano del año pasado invitó a su madre biológica a contar su testimonio en papel. El resultado es un texto que incluyó en dos de sus exposiciones personales y que empezaba: “Te abandoné porque estaba mal, tenía mucho miedo, no sabía qué podía hacer, no tenía quién me apoyara. Todos estaban en mi contra”. También la puso en el foco en el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga el año pasado y como paso previo a su encuentro. Ahí, mientras la filmaban, la madre habló, de viva voz, de sus orígenes, su ciudad natal y el principio de su historia.
Semíramis González, especializada en performance y arte feminista, y comisaria de la pieza, describe el acto como “un paso final a un proceso emocionalmente doloroso y en el que solamente la performance puede servir como catalizador de esas emociones que provoca un reencuentro tal”. Y señala su relevancia: “El interés de esta acción, que completa el círculo de los distintos pasos hacia la madre, no es solo el encuentro entre los dos, por vez primera, sino todo lo que las figuras de ambos representan”.
El artista ya había hecho algo parecido cuando, en 2021, buscó y convenció a Manuel Lebrijo, la expareja de su madre biológica, un hombre alcohólico y adicto a las drogas, para que lo acompañara en un viaje documental al pasado. Lebrijo y su novia habían secuestrado a Azcona, de apenas tres años (en realidad lo que hicieron fue no devolverlo a su familia adoptiva tras pasar un fin de semana con él), para llevarlo primero a Madrid y luego al pueblo natal de Lebrijo, antes de ser localizados y detenidos seis meses más tarde por la Guardia Civil. Los dos hicieron juntos de nuevo ese recorrido. Y todo aquello fue el material de la exposición Volver al padre y que incluía una performance en la que Azcona lo tomaba de la mano durante algunos minutos, pero luego lo soltaba para poder continuar con su vida.