Liv Strömqvist: “El trauma infantil se ha convertido en fenómeno de masas”

La autora de cómic describe cómo los sentimientos son hoy un negocio. Publica en España su nuevo libro, ‘La voz del oráculo’

Liv Strömqvist, autora sueca de novela gráfica, esta semana en Madrid.Pablo Monge

Liv Strömqvist es brillante, para qué andarnos con rodeos. Podemos añadir muchas cosas a esta frase, como su capacidad para manejar la mejor filosofía del momento (Bauman, Zizek, Eva illouz o Byung-Chul Han), mezclarla con la basura de las redes y exponer en formato comic cómo esta sociedad ha convertido los sentimientos en negocio. Pero volveremos básicamente a lo mismo: brillante. Su nuevo libro, ...

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Liv Strömqvist es brillante, para qué andarnos con rodeos. Podemos añadir muchas cosas a esta frase, como su capacidad para manejar la mejor filosofía del momento (Bauman, Zizek, Eva illouz o Byung-Chul Han), mezclarla con la basura de las redes y exponer en formato comic cómo esta sociedad ha convertido los sentimientos en negocio. Pero volveremos básicamente a lo mismo: brillante. Su nuevo libro, La voz del oráculo (Reservoir Books) pone en la diana a los expertos, personal coaches y repartidores de consejos que hoy gobiernan nuestras vidas. Strömqvist, sueca nacida en Lund en 1978, también hace podcast.

Pregunta. Arranca el libro con un consejo: “No sigas ningún consejo”. ¿No es contradictorio?

Respuesta. Es para que nos los pensemos dos veces. Los consejos y la constante mejora de la vida se han convertido en mercancía. Los tenemos para todo: para tu rutina de belleza, tu cara, tus cremas, tus costumbres, tu forma de trabajar, tu dieta, criar a los hijos, cómo sentirte mejor... Hay una industria de consejos sin fin para que te sientas bien todo el tiempo en la que alguien siempre te está vendiendo algo, creando la necesidad.

P. ¿Por qué?

R. La naturaleza del capitalismo incluye encontrar nuevos nichos de explotar. Y vivimos un tiempo en que el negocio puede llegar a zonas en las que no estaba. ¡Se puede hacer negocio con tantas cosas! En los últimos meses se han extendido en redes los autoproclamados “coaches mentales” que te aconsejan, te dicen qué pensar sobre distintas cosas y su objetivo es tener el mayor número posible de seguidores. Veo una tendencia: ahora hablan de los traumas infantiles y explican que todo puede ser consecuencia de ellos y que necesitas un mental coach para curarlos. Hay gente traumatizada que necesita ir al psicólogo, claro, pero lo que está ocurriendo es que consiguen convertirlo en un fenómeno de masas. Para ellos, cuanta más gente se sienta así, mejor, consiguen más seguidores y likes, ese es su incentivo bajo una lógica económica. El peligro es que la gente se está viendo a sí misma como víctimas, ahí entran en el algoritmo y se dedican a escuchar ese tipo de cosas. La combinación de redes, Internet y capitalismo crea una cultura que hay que analizar críticamente y es lo que intento en mi libro.

P. ¿Las redes, la cultura de likes nos hacen daño?

R. Ha traído muchas consecuencias y muy diferentes, cambios muy profundos en la sociedad, en cómo nos relacionamos, y y creo que no podemos ver aún todas las consecuencias. Algunas son positivas, otras negativas, pero es importante debatir y analizarlo críticamente.

P. Nos trae una reflexión de Bauman: Antes nos culpábamos por pasarlo bien y ahora nos culpamos por no pasarlo bien. ¿Qué ha ocurrido para este cambio enorme?

R. Son muchas cosas. Una es la marketización, la tendencia a vender todo, incluida la diversión. Un anuncio te muestra a gente de vacaciones disfrutando con cierto tipo de ropas o refrescos y no apelan a lo que te están vendiendo, que es la ropa o el refresco, sino a la amistad, al disfrute. Aumenta la presión para sentir alegría.

P. ¿Es un resultado de capitalismo o también del fin del papel de la religión?

R. Sí, también, se acabó esa mirada religiosa de que es pecado disfrutar de algo y eso es bueno. Pero hay otra amenaza y es aplicar a los sentimientos la lógica de los logros. Ver la alegría como un logro, como un objetivo que puedes planear y controlar, te provoca a la vez la presión para conseguirlo. Abordas así la alegría de una forma tan errónea que prácticamente desaparece. Se ve en las redes, donde la gente retrata el placer y la felicidad bajo el reino de control y siempre pensado en que alguien te está mirando.

P. También destaca que hemos olvidado el dolor, la muerte, la decepción.

R. En la sociedad actual es difícil procesar el hecho horrible de que somos mortales. La teoría de Bauman es que la solución para la modernidad es parcelar este miedo a la muerte en partes pequeñas e intentar controlarlas: lo que como, lo que hago para estar sano... Luchar contra la muerte se ha convertido en el sentido de la vida. Antes se veía a la muerte como un ahorcado, ahora como un carcelero que te vigila todo el tiempo.

Viñetas de 'La voz del oráculo', el cómic de Liv Strömquist, cedidas por la editorialPenguin Random House

P. ¿Por qué novela gráfica?

R. Empecé de modo muy natural, como una forma de expresarme. Yo estudié políticas, sociología y filosofía en la universidad, trabajo en la radio en programas de humor y he intentado escribir un libro solo con texto, pero siempre se convierte en comic. Además vivimos una era en que nos comunicamos mucho a través de las fotos y el cómic lo utiliza. Si voy a debatir sobre las redes contigo, incorporar la imagen es efectivo. Algo pasa cuando lees y ves algo dibujado, se ralentiza todo. El comic es una forma interesante de debatir.

P. Usted vivió estudió en Salamanca un semestre. ¿Cuál es su recuerdo de España?

R. Lo pasé genial, tantos estudiantes, fiestas, discotecas... Tenía 19 años. En Suecia todo cierra muy pronto, pero allí había una discoteca que cerraba a las 8.00, así que podía estar toda la noche fuera, luego dormir una hora y volver a clase (ríe).

P. ¿O sea que no aprendió español, pero sí a bailar?

R. Eso, exactamente, sí (y vuelve a reír, tras hacer toda la entrevista en inglés).

Viñetas de 'La voz del oráculo', el cómic de Liv Strömquist, cedidas por la editorialPenguin Random House

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