Mónica Rodríguez, Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil 2024 por ‘Umiko’
El jurado destaca la “sonoridad y la excepcional calidad narrativa” de la obra, ilustrada por Daniel Piquera Fisk y centrada en la atracción por el mar que siente una joven japonesa
La escritora asturiana Mónica Rodríguez ha sido galardonada con el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil 2024 por Umiko (Diego Pun Ediciones), ilustrado por Daniel Piquera Fisk. El premio, concedido por el Ministerio de Cultura, está dotado con 30.000 euros. El jurado ha destacado Umiko por “la sonoridad, dominio de los registros y por la belleza del relato en este particular universo genialmente construido a través de una exhaustiva labor de investigación y documentación. Por la capacidad para conectar con el público al que va dirigido y al que acoge y atrapa desde el principio”, en un comunicado emitido por Cultura.
“Me llamó el ministro [Ernest Urtasun] para decírmelo. Casi me caigo de la silla. Por poco no me eché a llorar”, se ríe al teléfono Mónica Rodríguez. Y celebra un recorrido peculiar que, tras nacer en Oviedo en 1969, la llevó primero hacia un sector a priori bastante remoto: es licenciada en Ciencias Físicas, con máster en Energía Nuclear. Durante 15 años trabajó en el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat), que dejó en 2009 para apostar por la escritura, después de publicar en 2003 su primer libro infantil. “Justo el 1 de octubre harán 15 años desde que me fui del Ciemat. Si me hubieran dicho que algún día ganaría este premio, habría superado todas mis expectativas”, confiesa la autora.
Tiene publicados más de 60 libros y ha recibido, entre otros, el Cervantes Chico de literatura infantil y juvenil a su trayectoria en 2018, el premio Edebé de literatura infantil y el Barco de Vapor en 2023. Y, ahora, el Nacional por Umiko. El jurado subraya la “la excepcional calidad narrativa que alberga una original, evocadora y dinámica historia con olor a mar”. Y reconoce “la capacidad literaria de Rodríguez para dotar de alma a su obra a través de sus personajes, con claras referencias intergeneracionales entre mujeres, y por la rica personalidad de su protagonista, que debe descubrirse a sí misma en el momento de la vida en el que suelen aflorar las inquietudes existenciales”. “Escritora e ilustrador han conseguido un perfecto ensamblaje —en un libro que, además es un objeto exquisito— para mostrarnos el aliento japonés que desprende Umiko, un mundo oceánico habitado por las amas, mujeres que practican el tradicional oficio de las buceadoras”, continúa el comunicado.
Umiko es una novela juvenil ilustrada, centrada en una joven, “hija y nieta de amas, las buceadoras japonesas, un oficio tradicional que se hereda de madres a hijas”, como resume la sinopsis en la página web de la editorial. “Como sus amigas, ella no quiere seguir la tradición, pasar largas horas en las aguas heladas del océano y correr los peligros del fondo marino. A pesar de ello, siente una atracción irresistible por el mundo submarino, que se ve acentuada cuando conoce al sobrino del farero, Sasuke, un adolescente venido de Tokio, con el que vive su primer amor. Ese amor y el océano se entrelazan a la historia de su antepasada Ishi, una de las mejores amas, que desapareció en el mar poco después de la Segunda Guerra Mundial. La vieja buceadora Kairi, su abuela Chinami y el resto de las amas le irán descubriendo los secretos del mundo sagrado y mágico de las mujeres buceadoras”, agrega la sinopsis.
Rodríguez relata que la idea de la obra surgió del ilustrador, que le descubrió el universo de las buceadoras japonesas, con el que se quedó fascinada. De ahí que lo trasladaran, juntos, a un libro. “Queríamos hacer algo diferente, en dos lenguajes, narrativos e ilustración”, agrega la autora. Puede extrañar, por tanto, que el Nacional tan solo reconozca a Rodríguez. “Distinguirá una obra escrita en este género literario por una autora o autor español, escrita en cualquiera de las lenguas oficiales españolas publicada en España en su primera edición, entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2023, que haya cumplido los requisitos legales establecidos para su difusión”, se lee en las bases del galardón. De ahí que resulte premiada únicamente la escritora, a pesar de que la ilustración tiene una relevancia muy destacada en Umiko.
Ambos creadores firman la portada y la propia editorial los considera “coautores” de la obra. “Es un trabajo a medias y el premio es de los dos. Da rabia que no lo tenga él también. Incluso la historia es narrada en los dos lenguajes. Sabíamos que habíamos hecho algo por lo menos diferente. Hay que agradecerle mucho la confianza a la editorial, que nos dijo: ‘Lo que queráis, como queráis’. Y a Yoshi Hioki, un narrador japonés que nos ayudó para abordar una historia sobre su país”, afirma Rodríguez. “Probamos una fórmula novedosa de narrar, una de Mónica y otra visual que es la mía, escrito con cómic y dibujos...sin texto alguno. Lo importante es Umiko, el disfrute del proceso y el resultado de dos estilos y dos maneras de narrar, texto y cómic, una fórmula única que ha funcionado y ha sido comprendida”, apunta Daniel Piquera Fisk. En todo caso, el comunicado de Cultura ni siquiera menciona el nombre del dibujante. Aunque lo cierto es que el ministerio también entrega un Premio Nacional de Ilustración.
El Nacional de Literatura Infantil y Juvenil reconoció en su pasada edición a Patxi Zubizarreta, uniéndose a una amplia lista de galardonados, entre quienes se encuentran Rafael Salmerón, Beatriz Giménez de Ory, Raimon Portell i Rifà, Juan Kruz Igerabide o Ledicia Costas, entre otros. Y, además, busca reforzar el prestigio de un sector a veces cuestionado como literatura facilona, o de segundo nivel. Rodríguez responde: “Quien la desprestigia no la conoce”. Para derribar prejuicios, se puede empezar leyendo Umiko.