CONCIERTOS OASIS

El Gobierno británico investigará los precios de las entradas de los conciertos de Oasis

Los laboristas denuncian los costes “dinámicos” que inflaron la compra digital de tickets. Irlanda también pide investigar el alza

Liam y Noel Gallagher, en un concierto en San Francisco en 1997.Dave Hogan (Getty Images)

El Gobierno del Reino Unido está investigando el precio de las entradas para los próximos conciertos de Oasis, precios “dinámicos” que causaron la frustración de decenas de miles de fans de la banda y que elevaron el coste inicial de las entradas para su gira de 2025 de una forma desproporcionada. El Gobierno laborista anunció el domingo que estudiará esta práctica en una próxima consulta sobre el mercado de entradas en el Reino Unido, destinada a abordar precios injustos y la reventa de boletos. La secretaria de Cultura, Lisa Nandy, expresó su preocupación por los precios excesivamente altos, que según ella excluyen a los fans ordinarios de la banda, y añadió que pretende poner fin a las “reventas fraudulentas” y garantizar que las entradas se vendan “a precios justos”. Los precios dinámicos, cuyo uso se multiplicó después de la pandemia, son aquellos en los que el coste de las entradas para un concierto se ajusta automáticamente en función de la demanda del mismo.

La ministra Lucy Powell, líder de la Cámara de los Comunes, estuvo entre los afectados por la dinámica de precios durante el fin de semana, según contó el domingo a BBC Radio 5. Finalmente, desembolsó más del doble del costo original cotizado de una entrada para un espectáculo de Oasis y, aunque reconoció que “no tuvo más remedio”, apuntó que ahora mismo esas son “las reglas con las que funciona el mercado”. La banda de los hermanos Gallagher anunció 17 actuaciones en directo a lo largo de julio y agosto de 2025. Las entradas para la actuación en Manchester el 12 de julio llegaron a los casi 3.000 euros y en el estadio Wembley de Londres el 26 de julio rebasaron los 7.000, mucho más que el precio original de las entradas, que era de 178 euros para espectadores de pie y entre 86 y 243 euros para los asientos. Hubo cerca de 1,4 millones de tickets disponibles, pero las webs se colapsaron por la altísima demanda. Pese al precio y a los inconvenientes técnicos, las entradas se agotaron.

Ticketmaster, la mayor empresa de venta de entradas, utiliza un sistema de precios dinámicos que ajusta el costo según la demanda, una práctica común en EE UU. La desmesurada demanda para los conciertos de Oasis provocó que los precios de las entradas subieran significativamente, causando frustración entre los fans que esperaron horas solo para encontrar unos precios finales muchas veces prohibitivos. El diputado laborista David Baines criticó a Ticketmaster por esta práctica, y denunció que es una forma de aprovecharse de los fans. El Gobierno de Keir Starmer se ha propuesto en combatir los precios elevados causados por la reventa de entradas y ha prometido apoyar un fijado de precios justo y transparente.

En Irlanda, donde la banda de Manchester también dará conciertos, la diputada Regina Doherty ha pedido una investigación sobre Ticketmaster debido al aumento de precios para el concierto en Dublín. Cabe destacar que no es la primera vez que Ticketmaster está bajo la lupa de la justicia. El año pasado, el Departamento de Justicia de Estados Unidos, junto con 30 fiscales generales, demandó a Live Nation y Ticketmaster por monopolio y prácticas anticompetitivas. Por su parte, la propia banda ya ha anunciado que anulará las entradas de reventa.

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