Patrimonio Nacional recupera una escultura expoliada de Bernini que salió a subasta en Barcelona
Una sentencia reconoce que la figurilla, una personificación del río Ganges, formaba parte de la ‘Fuente de los cuatro ríos’, que se expone en la Galería de las Colecciones Reales de Madrid
Patrimonio Nacional (PN) ha recuperado una pequeña escultura del artista Gian Lorenzo Bernini (Nápoles, 1598-Roma, 1680) que personifica al río Ganges, expoliada y que había sido puesta a la venta en una casa de subastas de Barcelona. Una sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 42 de la capital catalana, del 20 de mayo, que crea jurisprudencia en la protección del patrimonio español, ha reconocido “de manera fidedigna la pertenencia continuada” de esta pieza a “los inventarios de colecciones reales que custodia Patrimonio Nacional”, ha informado esta institución en un comunicado.
La figurilla, en bronce dorado al mercurio, con unas medidas de 26 centímetros de alto por 24 de ancho, forma parte de la escultura la Fuente de los cuatro ríos, que se expone actualmente en la Galería de las Colecciones Reales, en Madrid, concretamente en la planta dedicada a los Austrias, aunque sin ninguna de las pequeñas esculturas que los representan, todas desaparecidas. La ya calificada como sentencia Bernini declara que la escultura que representa al Ganges es “parte indivisible de la obra en su conjunto”, añade la nota, por lo que se ordenó a la empresa Fine Arts Dealers, dueña de la casa La Suite Subastas, que entregara la figura a Patrimonio Nacional, como así ha sucedido.
La nota de PN subraya que es la primera vez que se recupera una pieza expoliada de las Colecciones Reales mediante una “reivindicatoria apoyada en informes técnicos” (una demanda contra el poseedor de una obra, pero que no es su propietario). Un final feliz que tuvo su punto de partida en noviembre de 2021, cuando el Ministerio de Cultura y Deporte, dirigido por el socialista Miquel Iceta, localizó la pieza que se iba a subastar tras recibir unos informes de Patrimonio Nacional y del Museo Nacional de Escultura, alertando de la identificación y procedencia de la misma. La obra se presentaba “bajo el nombre de Vulcano y se describía como perteneciente a la escuela italiana, posiblemente Florencia, siguiendo los modelos de Pietro Simoni da Barga”, escultor italiano. El precio fijado estaba entre los 2.000 y los 2.400 euros.
A finales de ese mes, Cultura declaró la obra inexportable de manera cautelar, “basándose en la Ley del Patrimonio Histórico Español”, de 1985, y lo notificó a los juzgados, “momento en el que la casa de subastas retiró el lote en el que estaba incluida la pieza”.
La Brigada de Patrimonio Histórico de la Policía Nacional inició las pesquisas para conocer toda la historia de la escultura, que había sido comprada a un particular por una empresa de vaciado de inmuebles y que después pasó por un anticuario, hasta terminar en la casa de subastas barcelonesa. “Como no existía documentación que avalara su procedencia, se solicitó al Juzgado de Instrucción de Guardia de Barcelona su traslado al Palacio Real de Madrid para examinarla y determinar su origen”.
Una vez en el Palacio Real, los técnicos de la Dirección de las Colecciones Reales de Patrimonio Nacional comprobaron que la figurilla “encajaba como un guante” en la obra de Bernini. Además, los estudios revelaron que la pieza tenía la misma composición de metales y compartía la misma técnica de fundición que la Fuente de los cuatro ríos. Patrimonio Nacional explica que la primera vez que existe mención de esta obra, que representa la fuente con obelisco que se encuentra en la Piazza Navona de Roma, fue en 1688, como pieza decorativa del despacho del rey español Carlos II, realizada por Bernini en bronce fundido y dorado entre 1651 y 1665.
Bernini había realizado varios modelos de esta fuente, uno de ellos fue para un familiar del poderoso papa Inocencio X (sí, el del inquietante retrato de Velázquez de 1560). “Dadas las buenas relaciones entre el Papa y Felipe IV es muy probable que esta obra fuera un regalo diplomático. Tras salvarse del incendio del Alcázar, en 1734, se guardó “en los entrepisos del nuevo Palacio Real a la espera de restauración y destino”, según el inventario de 1773, conservado en el Archivo General de Palacio.
En la obra se representaban cuatro ríos: el Nilo en África, el Río de la Plata en América, el Danubio en Europa y el Ganges en Asia. El último inventario donde aparecía la pieza íntegra fue a finales del siglo XIX. Estas figuras alegóricas desaparecieron posteriormente sin que hubiera registro de ello. Según PN, la recuperada se incorporará próximamente.
Finalmente, tras las investigaciones de la Policía Nacional, “Patrimonio Nacional, representado por la Abogacía General del Estado, presentó una demanda para reivindicar la pertenencia de la pieza de Bernini a las Colecciones Reales, argumentando que la naturaleza inalienable, inembargable e imprescriptible de estos bienes impide su legal enajenación, como señala la ley reguladora del Patrimonio Nacional, de 1982″.