El crítico Josep María Nadal Suau gana el Premio Anagrama de Ensayo 2023 con una reflexión sobre los tatuajes

El filólogo recibe el galardón por ‘Curar la piel’, una obra sobre la dimensión cultural y vital de las marcas que decoran miles de cuerpos, incluido el suyo

Nadal Suau posa este martes tras ganar el Premio Anagrama de Ensayo, con su obra 'Curar la piel. Ensayo en torno al tatuaje'.Alejandro García (EFE)

“Lleva dieciséis tatuajes; todos bonitos, menos uno”. Hace ya más de tres años y la cifra ha aumentado, pero en agosto de 2020 Josep Maria Nadal Suau (Palma de Mallorca, 1980) incluía esta información en su currículum. Por entonces, solo 16. Era la línea final de su carta de presentación para impartir un curso sobre tatuajes en la librería Fuentetaja. Ahora Nadal tal vez podría sumar uno más: el logotipo de Anagrama. Este filólogo, que no fue precoz (en lo relativo al tatuaje), acaba de ganar el prestigioso premio d...

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“Lleva dieciséis tatuajes; todos bonitos, menos uno”. Hace ya más de tres años y la cifra ha aumentado, pero en agosto de 2020 Josep Maria Nadal Suau (Palma de Mallorca, 1980) incluía esta información en su currículum. Por entonces, solo 16. Era la línea final de su carta de presentación para impartir un curso sobre tatuajes en la librería Fuentetaja. Ahora Nadal tal vez podría sumar uno más: el logotipo de Anagrama. Este filólogo, que no fue precoz (en lo relativo al tatuaje), acaba de ganar el prestigioso premio de ensayo que concede la editorial barcelonesa.

El libro se titulará Curar la piel y versará, precisamente, sobre la dimensión cultural y vital de los tatuajes. Nada que sorprenda a los lectores que hayan seguido su trayectoria. Los ha mostrado en las redes. Estaban inscritos en el núcleo moral de El matrimonio anarquista, la novela epistolar que escribió con Begoña Gómez. “Los tatuajes”, afirmó entonces, “son marcas que hablan de lealtad y de una conciencia plena del paso del tiempo”. Pensar el significado de esas marcas es ahora el propósito de su nuevo ensayo. Nada que no hubiese prefigurado una vieja copla que se convirtió en título de novela negra: “Es el recuerdo del pasado / Que nunca más ha de volver”. Los tatuajes son testimonios de lo vivido en el cuerpo, marcas biográficas que impiden olvidar.

En esta convocatoria del Premio Anagrama de Ensayo se han presentado 113 originales. Ocho fueron los finalistas. El jurado que debía tomar la decisión estaba integrado por tres ganadores del premio —Jordi Gracia, Remedios Zafra y Pau Luque—, el profesor Daniel Rico —a quien esta mañana su hijo de cinco años le ha preguntado si en casa tenían tatuajes— y las editoras Sílvia Sesé e Isabel Obiols. La exposición de motivos del jurado desvela el descubrimiento de una vieja subcultura metamorfoseada en una forma de vivir y de contar la vida. “Es como si Nadal Suau hubiese tatuado un inmenso dragón en la espalda de Montaigne”, afirma Pau Luque en el acta. Si el padre del ensayo moderno releyó los clásicos para pensar al sujeto de la modernidad, Nadal piensa los jeroglíficos en la piel, también la suya, para indagar sobre el sujeto contemporáneo.

Autor de novelas que reflexionan sobre las trampas del presente, como Temporada alta y su retrato de una ciudad que se parece demasiado a Palma, Nadal Suau es uno de los críticos literarios más respetados entre las nuevas generaciones. Espectador de la tradición humanística —lo certifica la larga conversación publicada que él y Daniel Capó mantuvieron con José Carlos Llop—, también es un activo promotor de la mejor vanguardia estética a través de los libros que publica en el sello H & O, del que es editor. Colabora mensualmente en el Quadern de EL PAÍS. Cuando acabó de redactar el ensayo, se tatuó la mano: una golondrina con estilo neotradicional. Es el número 20.

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