Silvia Hidalgo, premio Tusquets con ‘Nada que decir’
La autora de la destacada ‘Yo, mentira’ se alza con el galardón con una novela sobre “las contradicciones y la vorágine de la vida moderna”
Silvia Hidalgo, sevillana nacida en 1978 y autora de la destacadísima novela Yo, mentira (Tránsito), es la ganadora del premio Tusquets de novela con Nada que decir. Un jurado presidido por Antonio Orejudo y conformado también por Cristina Araújo y Bárbara Blasco, ambas ganadoras del premio en anteriores ediciones, la periodista cultural Eva Cosculluela y Juan Cerezo, por parte de Tusquets, eligió esta obra por tratarse de un “deslumbrante retrato psicológico de una mujer enfrentada a sus contradicciones y a la vorágine de la vida moderna”. El jurado define la novela como ...
Silvia Hidalgo, sevillana nacida en 1978 y autora de la destacadísima novela Yo, mentira (Tránsito), es la ganadora del premio Tusquets de novela con Nada que decir. Un jurado presidido por Antonio Orejudo y conformado también por Cristina Araújo y Bárbara Blasco, ambas ganadoras del premio en anteriores ediciones, la periodista cultural Eva Cosculluela y Juan Cerezo, por parte de Tusquets, eligió esta obra por tratarse de un “deslumbrante retrato psicológico de una mujer enfrentada a sus contradicciones y a la vorágine de la vida moderna”. El jurado define la novela como una “historia veraz y lacerante sobre la vivencia del deseo y la pasión, sobre cómo se sobrepone a la crisis de los cuarenta, la ansiedad por el éxito social, el desencanto del hogar, la atracción por lo prohibido”.
La autora destacó que la novela nace de unos “sentimientos de piel, sentimientos que nos hacen sentir vulnerables, como el despecho, el deseo de venganza, la ira, el enfado, la envidia, que rechazamos y no asumimos nunca”. Bárbara Blasco, miembro del jurado, destacó que la novela premiada habla del amor y destacó sobre todo el estilo, el trabajo con el lenguaje, “que es lo que a mí me hace quedarme en una historia”. Cerezo destacó “la extraordinaria modernidad de la novela al hablar de un matrimonio fracasado, un atolladero del que la protagonista intenta salir con valentía para despegarse de una relación tóxica, del hombre-tumor”. “Ella quiere vivir su deseo, los sentimientos animales, la furia, y que el lector descubre con una veracidad como pocas veces se consigue. Es nuestra Marguerite Duras. Su escritura es asombrosa y nos lanza zarpazos que no nos dejarán indemnes”. La autora se considera seguidora de otras autoras “desquiciadas” como Elfriede Jelinek o Olga Tokarczuk.
Esta novela sigue así la estela de la anterior. Silvia Hidalgo destacó enormemente con Yo, mentira, publicada en una pequeña y muy solvente editorial, Tránsito, que ha apostado por voces de mujeres en general desconocidas con gran valor literario. En ella, la autora sevillana retrata de forma brillante las sensaciones de pérdida de identidad de una joven madre, también esposa, empequeñecida por facetas que se han ido superponiendo a su propia esencia: su vida se va viendo limitada a recorrer el camino del colegio al parque, del parque a casa y de acompañar en la vida a un marido al que conoceremos solamente por el nombre de “el Escritor”.
Vida aparentemente realizada, pero desastrada, porque en los vericuetos de una rutina ajena muere la esencia de la persona que es la protagonista. Perder el yo y perderlo en la hoguera que calienta a los demás —marido e hijo— es una causa digna de zarandear y de explicarlo en una gran novela, una de las mejores de 2021. El salto de Hidalgo desde la pequeña Tránsito a Tusquets entronca con un momento en que las grandes editoriales buscan voces nuevas, voces de mujer y temas que al fin han saltado al primer plano, como la maternidad. Un movimiento coherente con las nuevas tendencias.
672 manuscritos se presentaron a esta convocatoria cuyo premio consiste en una estatuilla de bronce de Joaquín Camps y una dotación de 18.000 euros. La autora es ingeniera informática, también autora de relatos y muy activa en redes sociales. La novela se publicará el 18 de octubre.