Inmagic, la maga de las redes sociales: “Cuando empecé me decían que no podía hacer magia porque era mujer”

Se llama Inmaculada Quesada, nació en Lucena (Córdoba) hace solo 20 años y es la chica que está detrás de Inmagic, la maga más famosa de España. Tiene nada menos que 12,8 millones de seguidores en TikTok y otros ocho en YouTube. Todo ello sin salir de su habitación, desde donde graba los fines de semana sus trucos en vídeo y luego los publica en las redes sociales. Entre semana estudia Marketing y Publicidad en Málaga. Su popularidad entre los jóvenes es tal qu...

Se llama Inmaculada Quesada, nació en Lucena (Córdoba) hace solo 20 años y es la chica que está detrás de Inmagic, la maga más famosa de España. Tiene nada menos que 12,8 millones de seguidores en TikTok y otros ocho en YouTube. Todo ello sin salir de su habitación, desde donde graba los fines de semana sus trucos en vídeo y luego los publica en las redes sociales. Entre semana estudia Marketing y Publicidad en Málaga. Su popularidad entre los jóvenes es tal que acaba de publicar un libro de aventuras protagonizado por ella misma: Inmagic y el corazón de la magia (Ediciones Martínez Roca).

Pregunta. Con solo 20 años es usted ya una estrella de la magia. ¿Siempre quiso ser maga?

Respuesta. ¡Qué va! No empecé hasta los 12 años. Fue después de ver un vídeo de Penn & Teller, dos magos estadounidenses muy famosos. Me gustó no solo porque el truco era buenísimo, sino porque después enseñaban cómo lo habían hecho. Y me enganché. Me puse a ver más vídeos de magia y me compré una baraja de póquer.

P. ¿Así de fácil?

R. Bueno, no tanto. Son muchas horas practicando. Pero al principio no lo hacía con intención de dedicarme a la magia, simplemente me divertía.

P. Y mucho menos siendo mujer, ¿no? ¿Por qué casi no hay magas?

R. Eso mismo me preguntaba yo cuando me ponía a buscar magas por internet. Me parecía muy raro. ¿Es que las mujeres no pueden hacer magia? Cuando empecé había gente que me decía: “Tú no puedes hacer magia porque eres una mujer”. O también: “Las mujeres son ayudantes de los magos, ¿por qué haces magia tú?”.

P. ¿Qué gente?

R. Compañeros del instituto, por ejemplo.

P. ¿No le afectaba?

R. En algún momento sí me planteé no hacer más magia. Pero luego me decía: “¿Por qué no voy a poder hacer lo que me gusta? Me da igual lo que me diga la gente”. Y no solo seguí, sino que me propuse cambiar eso. Que la gente me viera y se diera cuenta de que también puede haber magas.

P. ¿Por eso se puso a hacer vídeos?

R. Sí. Y ahora algunas chicas me dicen que gracias a eso ellas también se están atreviendo.

P. ¿Sus padres no le pusieron pegas?

R. Lo de subir vídeos a las redes sociales les daba un poco de miedo, pero lo aceptaron. Además, muchas veces no se me veía la cara, solo mis manos haciendo magia. Ahora están encantados.

P. Hay muchísima gente publicando vídeos de magia y de cualquier cosa en las redes. ¿Cómo ha conseguido destacarse en esa jungla?

R. ¡Magia!... No sé, creo que básicamente fue por pandemia. En el confinamiento necesitaba entretenerme y empecé a subir mis vídeos a TikTok, que yo no había usado hasta entonces, prefería otras redes. Al principio tenía visitas normales, pero poco a poco empezó a subir, a subir, a subir... no me lo creía. Sobre todo a partir de un vídeo que se hizo viral.

P. ¿Qué tenía de especial ese vídeo?

R. Ni siquiera hacía magia, ¿te puedes creer? Tenía una taza y unas cartas, hacía preguntas del tipo “¿se va a acabar la pandemia?” o “es el fin del mundo”, después lanzaba una carta: si caía dentro de la taza, la respuesta era “sí”, y al revés. Cuando subí ese vídeo tenía unos 10.000 seguidores y al día siguiente había 60.000. Increíble, ¿no?

P. Es decir, es más importante el envoltorio que el truco en sí.

R. Eso es: la presentación, la historia. Tú puedes tener el mejor truco del mundo, pero si lo presentas sin envoltorio no vas a enganchar a nadie. Y al revés, puedes petarlo con el truco más clásico del mundo si lo envuelves con una buena historia o un buen personaje.

P. ¿En qué se inspira usted para crear sus historias?

R. Yo consumo bastante internet, vídeos de todo tipo, no solo de magia. Me fijo mucho en los temas de los que se habla en cada momento, los trending topic... Y de ahí saco una historia. Puedo hacer el mismo truco mil veces con distintas historias.

P. ¿Inventa también trucos?

R. A ese nivel todavía no he llegado. He tenido ideas, pero de momento uso los que ya están inventados. Lo que invento es la presentación.

P. ¿Qué ha aprendido de las redes sociales hasta ahora?

R. A ser perseverante. Da igual que una o dos personas te digan no les gusta lo que haces. Tienes que pasar de los haters. Si a ti te gusta lo que haces y hay gente a la que también le gusta, pues ya está.

P. Ha empezado a actuar también presencialmente en escenarios. ¿No le dio vértigo salir de su habitación y enfrentarse cara a cara con sus seguidores?

R. Un poco. Por eso empecé con un amigo que se llama Adrián Lima, otro mago al que conocí por redes sociales. Salir acompañada al principio me dio seguridad. Montamos un show en 2021 y luego hicimos una gira que fue una experiencia increíble. Cuando subes un vídeo a redes no ves las reacciones de la gente ni te das realmente cuenta del impacto que tienes lo que haces, por muchos millones de likes o seguidores que tengas. Sin embargo, actuar en un teatro lleno es... ¡wow!

P. O sea, hay futuro más allá de las redes sociales.

R. La verdad es que sí [risas]... En persona impacta más.

P. ¿Y cómo le dio por escribir un libro?

R. Pues mira, estaba tranquilamente en mi habitación, que es donde parece que empieza todo, me llama mi representante y me lo propone. Al principio me reí, ¡cómo iba yo a escribir un libro! Pero el punto de partida me gustó tanto que no me pude resistir. Básicamente la protagonista soy yo, Inmagic, en una aventura en una escuela de magia.

P. ¿A quién le gustaría hacerle un truco de magia?

R. Al grupo coreano BTS. Soy fan del K-pop.

P. ¿A quién haría desaparecer?

R. Uf... es que...

P. ¿La magia no puede cambiar el mundo?

R. No sé, pero lo que si puede hacer es aportar ilusión.