El proceso para elegir nueva dirección artística en el Museo Picasso Málaga desata una tormenta laboral

El comité de empresa critica las nuevas condiciones salariales para el cargo mientras la plantilla, que ha sufrido dos ERTE por la pandemia, acumula años de pérdida de poder adquisitivo

Jose Lebrero, director del Museo Picasso Málaga hasta finales de este año, en la pinacoteca en diciembre de 2022.Garcia-Santos (El Pais)

El Museo Picasso Málaga ha publicado un concurso internacional en su web para cubrir la plaza de responsable de dirección artística que dejará libre a finales de este 2023 José Lebrero, de 69 años, que ostenta el cargo desde 2009. En el proceso se han hecho públicas las condiciones económicas ofrecidas para el puesto, que han abierto la caja de los truenos en el seno de la institución, cuya plantilla critica su progresiva pérdida de capacidad a...

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El Museo Picasso Málaga ha publicado un concurso internacional en su web para cubrir la plaza de responsable de dirección artística que dejará libre a finales de este 2023 José Lebrero, de 69 años, que ostenta el cargo desde 2009. En el proceso se han hecho públicas las condiciones económicas ofrecidas para el puesto, que han abierto la caja de los truenos en el seno de la institución, cuya plantilla critica su progresiva pérdida de capacidad adquisitiva y la lentitud con la que se negocia el nuevo convenio colectivo desde hace cinco meses. Más allá del salario para el nuevo director o directora —de 80.000 euros brutos anuales, casi 20.000 más que el actual—, la oferta incluye un complemento de 35.000 euros en concepto de ayuda de vivienda, cifra que supera el salario base de 77 de los 83 empleados del museo. Con un claro enfado, el comité de empresa envió este martes un comunicado ante las “sorprendentes condiciones laborales” mientras los trabajadores acumulan mermas de poder adquisitivo “desde hace años”.

Con algo más de 641.000 visitantes durante 2022, esta pinacoteca se mantiene desde hace años como la más visitada de Andalucía. El centro está regido por la Fundación Museo Picasso Málaga. Legado Paul, Christine y Bernard Ruiz-Picasso, de carácter privado pero con gran representación de la Junta de Andalucía, que aporta 4,37 millones de euros al año en concepto de subvención gracias a un acuerdo que se renueva anualmente. Ese dinero supone algo más de la mitad del presupuesto del museo, que se completa con aportaciones privadas o conceptos como la venta de entradas. El espacio, que este año celebra su vigésimo aniversario, fue pionero como referente cultural andaluz y abrió camino a otros museos en Málaga desde su apertura en 2003. También lo fue en las condiciones laborales de sus empleados, generosas en aquel momento. Ahora, 20 años más tarde, los trabajadores aseguran haberse quedado a la cola, porque en este tiempo han sufrido recortes y han acumulado hasta ocho años sin subidas de sueldo ni actualizaciones en base al IPC. Sus salarios sufrieron una caída de entre el 3% y el 7% en 2010, durante la crisis económica, que ya nunca recuperaron. En el último convenio, firmado en 2018, sí que había actualizaciones al nivel de vida, pero inferiores a las que se han producido en realidad.

Antes de sentarse a negociar, los miembros del comité de empresa decidieron bucear en convenios laborales de otros museos. El Museo Picasso de Barcelona, el Macba, el Museo Reina Sofía o el Bellas Artes de Bilbao fueron algunos de los elegidos, además de los términos con los que cuentan tanto el personal laboral del Museo del Prado como de la Junta de Andalucía. Querían realizar una comparativa y el resultado les sorprendió. Han pasado de estar entre los que mejores condiciones tenían en 2003 a estar a la cola en 2023. Son los que más horas de trabajo por año acumulan, con 1.743, frente a las 1.642 del Reina Sofía o las 1.582 del personal laboral de la administración andaluza. También ocupan la última posición en salario. De hecho, un jefe de departamento del Museo Picasso Málaga cobra hasta 14.000 euros menos que su homólogo en el Museo Thyssen de la misma ciudad, cuyos auxiliares cobran hasta 3.000 euros más que en el espacio dedicado a Picasso, donde carecen de días de asuntos propios y el teletrabajo es casi una quimera, entre otras cuestiones criticadas por los empleados de la pinacoteca malagueña.

Varios visitantes observan las obras de una de las salas del Museo Picasso Málaga en diciembre de 2022.garcía-Santos

Hace cinco meses que comenzó la negociación del que sería el quinto convenio del Museo Picasso Málaga, denunciado el pasado septiembre por la plantilla, que esperó unos meses a que la situación se normalizara tras la crisis del coronavirus, cuando sufrieron hasta dos Expedientes de Regulación Temporales de Empleo (ERTE). El comité de empresa espera ahora que la negociación sirva para que los trabajadores puedan “subsanar la importante pérdida de poder adquisitivo que vienen arrastrando desde hace años”. Sin embargo, critican que la empresa esté ralentizando el proceso y que apenas se haya avanzado desde que arrancaron las reuniones. El gerente del centro, Guillermo Peiró, ha explicado a EL PAÍS por escrito que “la gerencia del MPM está en fase de negociación con los representantes de los trabajadores en plena normalidad institucional”, sin aludir al clima de enfado existente en los pasillos del museo. La administración andaluza solo confirma que la negociación está en marcha. Preguntado también por este diario sobre el conflicto, Bernard Ruiz-Picasso ha asegurado: “Desde la dirección vamos a dar más información sobre estos temas. Pero todo está conforme en la marcha del museo”.

El centro, mientras tanto, ha puesto ya plazos para la renovación de la dirección artística una vez que José Lebrero ha preferido marcharse. Ahora ha optado por no hacer declaraciones, pero el pasado diciembre Lebrero comentó que se mantenía “con ganas” y que solo tenía en mente superar 2023, un año complejo por la celebración del 20 aniversario. Para sustituirlo, el plazo de presentación de candidaturas finaliza el 24 de mayo y la documentación presentada será verificada por una comisión de gestión formada por el secretario general de la consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, Salomón Castiel; el titular de la Secretaría General Técnica de la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, Álvaro Díaz; la jefa del Área de Conservación Pintura Moderna del Museo Thyssen-Bornemisza y patrona del Museo Picasso Málaga, Paloma Alarcó; y el secretario del patronato de la pinacoteca malagueña, José María Rodríguez-Ponga y Salamanca.

Entre los requisitos que se exigen a los candidatos se incluye la presentación del proyecto museístico y cultural que propongan llevar a cabo durante sus primeros cinco años de trabajo, además de tener completo dominio del español y el inglés, así como un “buen nivel” de francés y también se valorará “el conocimiento de la obra de Pablo Picasso”, entre otros aspectos. Las seis candidaturas con mayor puntuación pasarán a una fase de entrevistas que se realizará entre el 14 de julio y el 12 de setiembre, que serán guiadas por un comité de selección que aún no ha sido nombrado. La persona designada tomará posesión del cargo entre el 24 y el 31 de octubre de este año y comenzará a trabajar el 1 de noviembre con unas retribuciones de 80.000 euros brutos al año (frente a los algo más de 63.000 euros del actual director) e incluye como complemento 35.000 euros al año para vivienda y hasta 5.000 euros más “para viajes particulares”.

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