La ‘instalación sonora’ de Francesco Tristano se vuelve visual
El multifacético pianista luxemburgués estrena en Madrid su propuesta inmersiva, titulada ‘Amanecer con la música antigua’, en la Fundación Juan March
Hace once años, el pianista Francesco Tristano (Luxemburgo, 41 años) publicó en Deutsche Grammophon, el sello por excelencia de música clásica, un disco titulado BachCage. Lo definió como una “instalación sonora” que combinaba obras del compositor barroco alemán y del pionero de la música aleatoria con el trabajo creativo del productor de techno Moritz von Oswald. Un acercamiento que desconcertó a la crítica. Poco después, asumió...
Hace once años, el pianista Francesco Tristano (Luxemburgo, 41 años) publicó en Deutsche Grammophon, el sello por excelencia de música clásica, un disco titulado BachCage. Lo definió como una “instalación sonora” que combinaba obras del compositor barroco alemán y del pionero de la música aleatoria con el trabajo creativo del productor de techno Moritz von Oswald. Un acercamiento que desconcertó a la crítica. Poco después, asumió también el rol de productor y siguió desafiando la tradición del disco clásico con Long Walk, un personal acercamiento a Buxtehude desde Bach, pero proyectado hacia el presente con composiciones propias que aplicaban técnicas pretéritas a la música actual.
“En música clásica, la idea ha sido siempre grabar discos que suenen como conciertos en directo y nadie ha buscado un sonido propio”, asegura Tristano a EL PAÍS por videoconferencia desde su casa en Luxemburgo. “Creo que he aprendido mucho de la música electrónica porque allí la partitura no existe. No hay nada más que el sonido; el sonido es la música y no existen las notas”, admite. Bajo esta premisa pasó del sello amarillo a Sony Classical, en 2017. “Me pidieron que hiciera mi sonido, que siguiera explorando, que compusiera”, relata. Y de esa voluntad surgieron sus dos primeros lanzamientos con la compañía estadounidense, titulados Piano Circle Songs y Tokio Stories.
El pianista ha publicado este año un tercer lanzamiento donde vuelve a ofrecer un acercamiento personal a la música del pasado. Se titula On Early Music y combina su visión al piano de varias obras para teclado de los siglos XVI y XVII con creaciones propias a modo de comentario sonoro deliberadamente arcaizante. Una propuesta que ahora presentará en Madrid adaptada a la sala de conciertos. Será la apertura hoy del ciclo de viernes temáticos de la Fundación Juan March, que este año se titula Música visual. El concierto contará con la presentación de Luis Gago y se repetirá mañana sábado, con emisión en directo por el Canal March.
Tristano se rodeará del equipo artístico de Falcon Muse Creative, una agencia de arte conceptual liderada por Ruth Baches Alonso. Unirá la videocreación y un diseño de iluminación a la música de su piano con la intención de convertir el recital pianístico en una experiencia inmersiva. “Queremos presentar una experiencia diferente al público, pues creemos que juntos podemos escuchar la música de otra manera, precisamente porque hay un componente visual. Las imágenes complementan idealmente la música y la llevan a otro nivel”, explica.
El programa que se escucha en su último disco de Sony Classical combina una triple vertiente de obras musicales perfectamente encadenadas. Incluye composiciones propias, como la Toccata que lo abre y el Aria for RS que lo cierra. Apropiaciones de obras ajenas, que van siempre precedidas de la palabra “on” (acerca de), como la Gallarda en re de John Bull, cuyo final se reitera de diferentes formas hasta convertirse en algo fascinante. Y versiones convencionales al piano de obras antiguas, como es el caso de la música del virginalista isabelino y coetáneo de Shakespeare, Orlando Gibbons. “Son tres maneras de crear en el disco y tengo la aspiración de diluir sus fronteras para que el público no perciba las diferencias entre unas y otras”, admite. Un famoso precedente pianístico en este repertorio es el canadiense Glenn Gould, que también grabó en 1971 Italian Ground, de Gibbons, y proclamó como su compositor favorito. “Gould siempre es una inspiración para mí, pues fue el primer pianista que utilizó el estudio de grabación como un instrumento. Pero aquí trato de hacer esa pieza a mi manera y de una forma fresca y original”, asegura.
Todas las obras citadas se escucharán en la March junto a otros ejemplos del disco, algunos remix y otras composiciones no incluidas, como la Fantasía en re, del organista calvinista Jan Pieterszoon Sweelinck. “Obviamente desde el lanzamiento del disco, en febrero pasado, la música ha crecido y se ha transformado. He alterado el orden para explorar otras posibilidades narrativas. Pero las adiciones en el programa provienen de un grupo de piezas que había grabado para el disco y no llegaron a formar parte del mismo”.
Y el título del concierto, Amanecer con la música antigua, está relacionado con su origen, hace dos años, en plena desescalada. “El mundo cambió para todos con la pandemia y mi idea inicial de hacer una antología de música antigua que iba a titularse Early Music se cambió por On Early Music, pues empecé a escribir piezas nuevas para piano inspiradas en ese repertorio”, asegura. La inspiración le surgió durante sus salidas a correr en los amaneceres barceloneses donde pasó el confinamiento, en la primavera de 2020. “Cuando pude volver a salir a correr, tras 48 días de encierro, recuperé una especial afinidad con esta música antigua, que no es ni intelectual ni elitista y tiene un ritmo que siempre avanza hacia adelante, como si encarnase una solución”, admite.
Pero su música durante el confinamiento fue Bach, que dedicó al estudio de las Suites inglesas. Su gran proyecto vital es grabar toda su obra para tecla. “Ya he registrado las Partitas, las Suites Francesas y también las Suites inglesas, aunque no he publicado ninguna, y ahora estoy con las Toccatas”, reconoce. Su relación con Bach viene de la infancia, cuando le dijo a su primera profesora de piano que tan solo quería tocar Bach y su propia música. “Creo que eso es lo que he hecho toda mi vida”, concluye.