Así era León hace 2.000 años

En torno al cambio de era, la Legión VI Victrix se asentó en una terraza entre los ríos Bernesga y Torío, donde sus soldados terminaron levantando con el paso de los años dos campamentos. Este cuerpo militar, la gran máquina de guerra romana, había sido enviado a Hispania por el ...

En torno al cambio de era, la Legión VI Victrix se asentó en una terraza entre los ríos Bernesga y Torío, donde sus soldados terminaron levantando con el paso de los años dos campamentos. Este cuerpo militar, la gran máquina de guerra romana, había sido enviado a Hispania por el emperador Augusto para aplastar a las siempre rebeldes tribus astures. En el 74 d. C. fue sustituido por la Legión VII Gémina, que alzó sus defensas justo en el lugar que habían elegido sus predecesores, pero en esta ocasión no con tiendas de campaña y estructuras de madera, sino de piedra, lo que atrajo, a su vez, a más población civil para asistir a los militares. El asentamiento castrense, que llegó a ser capital militar de la península, dio lugar a la actual ciudad de León.

Los arqueólogos llevan décadas estudiando los tres campamentos, especialmente el de piedra, del que quedan importantes restos en el centro de la ciudad, muy próximos a la catedral. Ángel Morillo, catedrático de Geografía e Historia de la Universidad Complutense de Madrid, ha reconstruido en 3D el imponente aspecto de aquella ciudad del siglo I, en la que destacaba el cuartel general, un anfiteatro castrense, la vivienda del comandante o las termas.

Este campamento poseía una planta rectangular con esquinas redondeadas. Lo protegía una muralla que se alzaba 4,25 metros de altura y con una anchura de 1,80 metros. Un parapeto almenado coronaba los lienzos, mientras que un terraplén interior de siete metros de ancho lo protegía como último baluarte ante un ataque enemigo. En cada esquina del asentamiento militar se erigía una gran torre cuadrada, mientras que torreones rectangulares velaban las cuatro puertas monumentales de acceso.

Morillo describe así el trabajo infográfico: “Se ha podido reconstruir gracias al programa informático Blender, que es una herramienta para modelado de edificios en tres dimensiones. La restitución se ha llevado a cabo con proporciones auténticas y siempre reflejando las características constructivas de los elementos arquitectónicos, como el tipo o el color de la piedra, las cubiertas, los ladrillos. Se puede decir que el resultado es sorprendente. Es como si un soldado romano hubiera sacado fotografías de León de hace dos milenios”.

En el interior de las murallas se distinguen el cuartel general, centro neurálgico del campamento; el pretorio o vivienda del comandante, lugar donde debió vivir Trajano antes de convertirse en emperador; las termas [sus restos están bajo la catedral], los almacenes y los barracones de tropa. Extramuros, el programa, que ha sido manejado por el técnico Gonzalo Casero, ha levantado un anfiteatro castrense, con pisos superiores de madera sobre bóvedas de hormigón en la planta baja, las viviendas de la población civil y el acueducto, entre otras edificaciones.

“Es como si un soldado romano hubiera sacado fotografías de León de hace dos milenios”, dice Morillo

“Hemos sido muy concienzudos”, sostiene Morillo. “Hemos tomado todas las cautelas ajustándonos a los datos arqueológicos existentes, no hemos clonado edificios miméticos de otro lugar, sino con los datos bidimensionales [arqueológicos] hemos alzado el tridimensional”.

No obstante, los expertos admiten que se han tomado algunas licencias, como la necrópolis altoimperial, de la que se sabe dónde se encontraba aunque no se han hallado restos, y la recreación del cuartel general, ya que existen pocos datos arqueológicos, “por lo que se ha trazado uno tipo, ya que todos eran muy parecidos, pero no es una invención”, aclara el experto.

Morillo destaca que este tipo de restituciones “aportan una imagen completamente renovada de la arquitectura y el urbanismo de la ciudad antigua y de sus monumentos, así como su evolución temporal, imágenes de una gran capacidad de evocación que podemos emplear además para la difusión científica, uno de los objetivos principales de la labor del arqueólogo”.

El catedrático ―que ha ofrecido gratuitamente los resultados a las Administraciones interesadas (Gobierno de Castilla y León y Ayuntamiento)― ha conseguido la restitución del León de hace dos milenios gracias al proyecto de I+D del Ministerio de Ciencia e Innovación Paisaje y territorio militarizado en la Hispania romana: movilidad y transferencia cultural (II a.C.-IV d.C.), que dirige junto con la profesora de arqueología de la Universidad de Salamanca Cruces Blázquez. “Muchas veces las Administraciones regionales o locales se muestran poco receptivas a este tipo de imágenes, sin considerar el valor que tienen para promocionar su patrimonio”, se queja.