“Muy positivo”: así valora el sector cultural el bono de 400 euros para los jóvenes

Libreros, museos y empresarios de arte califican de beneficiosa la medida del Gobierno mientras que las salas de cine esperan a su aplicación para evaluarla

Colas de espectadores en las taquillas de cines Princesa de Madrid en 2019.Santi Burgos

El anuncio de Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, de la inclusión en los próximos Presupuestos Generales —que presentará en el Congreso la próxima semana— de un bono de 400 euros para los jóvenes que cumplan 18 años en 2022 “para la compra de libros o para el consumo de cualquier tipo de actividad artística, escénica, como puedan ser el teatro, el cine, la danza, la música” ha pillado por sorpresa al mundo de la cultura. Dependiendo de cada sector, la ayuda es calif...

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El anuncio de Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, de la inclusión en los próximos Presupuestos Generales —que presentará en el Congreso la próxima semana— de un bono de 400 euros para los jóvenes que cumplan 18 años en 2022 “para la compra de libros o para el consumo de cualquier tipo de actividad artística, escénica, como puedan ser el teatro, el cine, la danza, la música” ha pillado por sorpresa al mundo de la cultura. Dependiendo de cada sector, la ayuda es calificada como “muy positiva”, o se espera a valorarla después de que se explique cómo se repartirá y se apruebe su trámite legislativo.

Para las salas de cine la medida puede que llegue tarde. Por varias razones: cuando entre en vigor, en 2022, ya habrá pasado la temporada clave para la recuperación de estos locales culturales, este otoño, tres meses fundamentales para su existencia; además, el público joven es quien ya ha vuelto a los patios de butacas. En realidad, es el público mayor el que no ha regresado a las salas. Desde FECE (Federación de Entidades de Empresarios de Cine de España), que agrupa al 80% de los exhibidores cinematográficos, prefieren no realizar declaraciones hasta que se apruebe definitivamente y analicen cómo será su implantación.

Para Jesús Cimarro, presidente de Faeteda, que agrupa a los empresarios de teatro y danza, la medida “es muy positiva”, justo por lo contrario de lo que les ocurre a los exhibidores de cine. “Va destinada a una franja de población que habitualmente no a eventos culturales por falta de recursos. Danza, teatro, compra de libros... nos parece muy positiva”.

Desde la literatura, Álvaro Manso, de la librería Luzyvida y portavoz de CEGAL (la confederación de libreros), considera también buena la iniciativa, aunque a la espera de conocer como se articulará: “Ya existen bonos en País Vasco o Toledo y van funcionando muy bien”, apunta. Durante la pandemia el número de librerías cerradas se ha equilibrado con las nuevas, y la caída de consumo no ha sido abismal como en otros sectores culturales, pero esta ayuda es importante para acercar a un nuevo público, señala Manso. “Habrá que ver cómo se concreta, si el dinero lo dan a los jóvenes o lo recibimos nosotros tras la venta, y habrá que ofrecer una buena orientación a los consumidores”, analiza.

Si la directora general adjunta de la Fundación La Caixa, Elisa Durán, celebra que se impulse “la cultura como herramienta para superar tiempos difíciles y especialmente que se promueva la incorporación de los jóvenes al consumo de la cultura”, fuentes del Museo del Prado explican: “No creemos que sean los museos los principales objetivos de esta medida”. En el mismo Prado, como ejemplo, los menores de 18 años entran gratis, y la gratuidad se mantiene hasta los 26 si eres estudiante; además, cada día de la semana hay dos horas de acceso gratuito de 18.00 a 20.00 para cualquier edad. Cada año más del 50% de los visitantes al Prado acceden gratuitamente. Desde el Reina Sofía explican: “Apoyamos sin excepción todo aquello que sirve para facilitar el acceso de los más jóvenes a los distintos ámbitos culturales. La medida favorecerá la implicación de este segmento de público en las distintas actividades de carácter cultural”.

Desde la Asociación Española de Empresas Productoras y Desarrolladoras de Videojuegos recuerdan que “al principio de la pandemia varias asociaciones del sector cultural ya pedimos un cheque que impulsara el consumo, pero ese consumo debería estar dirigido a los sectores más desfavorecidos del ámbito cultural; y dentro de los videojuegos, preferiríamos que ese apoyo se concretara en juegos producidos en España y en Europa”. El año pasado fue el mejor de la historia en España para la industria de los videojuegos.

Con información de Andrea Aguilar, Gregorio Belinchón, Ana Marcos, Jorge Morla y Raquel Vidales.

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