“Honoris causa” a la imaginación de Peridis
La Universidad de Alcalá de Henares le otorga el doctorado a “un dinamizador social de la arquitectura y un curioso poliédrico”
Los distintos talentos que conviven en Peridis pugnaban este martes por atribuirse el doctorado honoris causa que le otorgó la Universidad de Alcalá de Henares. La propuesta había nacido de sus colegas de la Escuela de Arquitectura, cuyo director, Enrique Castaño, leyó la laudatio. Pero en ese elogio aparecieron también el Peridis dibujante, el Peridis contertulio, el Peridis promotor de escuelas-taller en España y en América, el Peridis guionista de documentales, el novelista Peridis.
Dijo Castaño: “Peridis es un dinamizador social de la arquitectura”, y también “un curio...
Los distintos talentos que conviven en Peridis pugnaban este martes por atribuirse el doctorado honoris causa que le otorgó la Universidad de Alcalá de Henares. La propuesta había nacido de sus colegas de la Escuela de Arquitectura, cuyo director, Enrique Castaño, leyó la laudatio. Pero en ese elogio aparecieron también el Peridis dibujante, el Peridis contertulio, el Peridis promotor de escuelas-taller en España y en América, el Peridis guionista de documentales, el novelista Peridis.
Dijo Castaño: “Peridis es un dinamizador social de la arquitectura”, y también “un curioso poliédrico” que publica sus viñetas en EL PAÍS desde hace 45 años, que escribe novelas históricas, que restaura iglesias y monumentos, que ha formado a futuros arquitectos, que ha promovido el empleo para jóvenes... Y que ya ha sido premiado en cada una de esas facetas.
En su agradecimiento, José María Pérez, Peridis, que ayer cumplía 80 años, desgranó relatos de su propio recorrido vital, salpicados con algunas frases que lo alumbraron: “Donde hay un maestro, hay una escuela” (de su propia cosecha, pero aprendida con el ejemplo de Francisco Canales, jefe de obra), “hasta una ruina puede ser una esperanza” (Miguel de Unamuno), “ciencia y conciencia deben ir unidas” (del exrector alcalaíno Virgilio Zapatero).
Los variados talentos de Peridis se reunieron para recibir este honoris causa, pero todos ellos, pese a su pugna entre sí, se resumen en uno solo, el que les da vida: la imaginación. Una imaginación infantil que nunca se cansó por mucho que pasasen los años.