Países Bajos devolverá a la comunidad judía el expolio artístico del nazismo en caso de no encontrar a los dueños legítimos
Se trata unas 4.000 piezas repatriadas por los Aliados tras la Segunda Guerra Mundial, que serán revisadas antes por el servicio de Patrimonio Cultural
Países Bajos devolverá a la comunidad judía nacional el arte robado por los nazis a sus miembros durante la Segunda Guerra Mundial, cuando no se pueda encontrar a los propietarios, o bien a sus descendientes. La medida afecta a más de 3.700 piezas, desde cuadros y alfombras a dibujos y objetos religiosos, recuperadas por las tropas Aliadas y que están ahora en manos del Estado. Las obras son también las últimas...
Países Bajos devolverá a la comunidad judía nacional el arte robado por los nazis a sus miembros durante la Segunda Guerra Mundial, cuando no se pueda encontrar a los propietarios, o bien a sus descendientes. La medida afecta a más de 3.700 piezas, desde cuadros y alfombras a dibujos y objetos religiosos, recuperadas por las tropas Aliadas y que están ahora en manos del Estado. Las obras son también las últimas de su clase conservadas en el suelo holandés, de modo que una vez completado un proceso que se prolongará al menos cuatro años, concluirá la restitución de este patrimonio cultural. Con la decisión, hecha pública este viernes, el Gobierno ha hecho suyas las recomendaciones del comité que evaluó en 2020 los esfuerzos oficiales efectuados hasta entonces para retornar las obras. Los expertos aconsejaron menos formalismo y mayor empatía, para que los intereses de los museos que las guardan o exhiben no pesen más que los de los herederos.
El anuncio del cambio de rumbo consta en la carta remitida al Parlamento por la ministra de Cultura, Ingrid van Engelshoven, donde indica que invertirá 1,5 millones de euros anuales para reforzar las labores de restitución. También admite que, como Gobierno, “hemos sido demasiado pasivos y queremos informar a la gente e investigar de forma activa, y pido a los custodios de las colecciones públicas que miren con ojo crítico la procedencia de lo que guardan”. La decisión ha satisfecho al Consejo Judío de Países Bajos (CJO, en sus siglas holandesas), cuyo presidente, Ronny Naftaniel, señala al teléfono que el paso dado por el Gobierno “es lo más justo y un ejemplo para Europa y también para el mundo, porque Países Bajos no es el único que guarda obras de arte robadas a sus dueños por el hecho de ser judíos”. Añade que hay piezas expuestas en museos o bien en las embajadas holandesas, “pero hasta un 60% permanecen en depósitos, y las que nos sean retornadas como comunidad no serán vendidas, sino que las utilizaremos con fines educativos”. Para el Consejo Judío, lo esencial es dejar claro que son patrimonio de los judíos.
El proceso de devolución será largo y el primer paso consistirá en revisar de nuevo el origen de cada una de las piezas. Dicha labor correrá a cargo de la Agencia para el Patrimonio Cultural. Una vez concluida su tarea, si no se ha localizado a los dueños o bien a sus familiares, una fundación gestionada por la comunidad judía custodiará las obras hasta decidir qué se hace con ellas. A final del trayecto, pasarán a ser de su propiedad si así lo desea. “Será un proceso largo necesitado de diálogo, porque de este modo concluirá la restitución de arte robado a los judíos en Países Bajos. Hay más en otros lugares, por ejemplo, en Polonia”, continúa Naftaniel. Según él, unas 150 piezas constan en las listas oficiales, pero no se sabe dónde están. Para facilitar el acceso a la relación de obras saqueadas, se ha abierto este viernes una página de web especializada.
En diciembre de 2020, la denominada Comisión Kohnstamm, compuesta por juristas, historiadores y expertos en historia del arte, presentó un informe crítico con la actitud del Gobierno holandés. Después de revisar el trabajo efectuado desde 2001 por el comité encargado de las devoluciones, que calificó de “arrogante y burocrático, en ocasiones”, instó a las autoridades a “buscar con mayor ahínco a los propietarios y a sus familiares”. A ser “más empáticos y menos formalistas”, y sobre todo, a que los intereses de los museos “no primen sobre los de quienes reclaman las obras, porque se trata de arte saqueado”. En su carta al Parlamento, la ministra Van Engelshoven señala que ha abrazado las recomendaciones de la Comisión, “porque la restitución solo podrá considerarse completa cuando haya consenso sobre ello” en Países Bajos.