La Comunidad de Madrid concede la gestión de los Teatros del Canal a una empresa de carreteras y señales de tráfico
El Gobierno regional adjudica el concurso a la UTE formada por las empresas imesAPI y Salzillo y las otras firmas que concurrieron denuncian falta de transparencia en la concesión
La Comunidad de Madrid anunciaba en una nota de prensa el pasado 26 de mayo que invertiría 17 millones en dos años en la gestión de los Teatros del Canal. “De esta manera”, indicaba el anuncio, “culmina el proceso de contratación que se inició en diciembre de 2020, cuando se publicó la licitación de la gestión de los Teatros del Canal, incluido el Centro Coreográfico Canal y el Teatro Auditorio de San Lorenzo de El Escorial”. La nota alude además ...
La Comunidad de Madrid anunciaba en una nota de prensa el pasado 26 de mayo que invertiría 17 millones en dos años en la gestión de los Teatros del Canal. “De esta manera”, indicaba el anuncio, “culmina el proceso de contratación que se inició en diciembre de 2020, cuando se publicó la licitación de la gestión de los Teatros del Canal, incluido el Centro Coreográfico Canal y el Teatro Auditorio de San Lorenzo de El Escorial”. La nota alude además al nuevo contrato de gestión, pero en ningún momento desvela a qué firma se le ha adjudicado, pese a que ya se le había comunicado a la beneficiaria el 18 de mayo: se trata de la UTE (unión temporal de empresas) imesAPI y Salzillo Servicios Integrales; la primera de ellas se dedica, sobre todo, a las carreteras y a las señales de tráfico.
Tampoco se cita el nombre de la empresa adjudicataria en la comunicación de los acuerdos de Gobierno de aquel último consejo de mayo, aunque se da noticia del mismo. La empresa afortunada era un misterio. Y según Jorge Culla, actual intendente de la institución, desde que se inició el proceso todo ha estado envuelto en una total falta de transparencia. Culla ejerce como intendente desde la inauguración del centro en 2009, nombrado por Clece, la compañía que ha sido adjudicataria de la gestión desde entonces. Clece ha concurrido a este nuevo concurso formando una UTE con Klemark Espectáculos Teatrales. La tercera firma que se ha presentado es Eulen.
“El proceso ha estado marcado por una aparente falta de transparencia. Las preguntas de los licitadores y las respuestas de la Administración no han sido publicadas en la web del organismo público correspondiente, como marca la ley. Eso ha generado desigualdad entre los aspirantes”, manifiesta Culla.
Sorprende la falta de experiencia en este tipo de gestión por parte de la nueva empresa
Daniel Martínez Rodríguez, viceconsejero de Cultura y Turismo de la Comunidad de Madrid, asegura en cambio que el proceso ha sido transparente y ha contado con las garantías suficientes. “Si las partes hubiesen querido dar a conocer sus recursos”, dice, “depende de ellos anunciarlos”. Para Martínez Rodríguez, perteneciente al equipo de la consejera Marta Rivera de la Cruz, el hecho de no dar a conocer la empresa ganadora no es un acto consciente: “Simplemente, no considerábamos que tuviera relevancia”, afirma. “Pero si cualquier medio de comunicación lo pregunta, no tengo inconveniente en dar el nombre: la UTE imesAPI S.A y Salzillo Servicios Integrales”.
La queja de falta de transparencia viene desde el principio. Cuando el 22 de diciembre pasado se abre el concurso, Clece interpone un recurso al pliego de condiciones que no se publica en los portales de la Comunidad de Madrid, pese a ser obligatorio. Sí sale a la luz, por el contrario, la resolución sobre el recurso. Actualmente, las partes esperan un veredicto sobre un nuevo recurso presentado el viernes pasado, que ha detenido por el momento la adjudicación. Lo que sorprende es la falta de experiencia en este tipo de gestión por parte de la nueva empresa para un centro de dicha envergadura.
En la UTE formada para trabajar en colaboración, imesAPI destaca como parte del Grupo ACS en la construcción y conservación de carreteras y señales de tráfico. Salzillo, por su parte, radicada en Murcia, se ocupa ante todo, tal como destaca en su página web, de la gestión de infraestructuras culturales y deportivas, la gestión de servicios sociosanitarios, seguridad, proyectos tecnológicos en los sectores de las telecomunicaciones, sistemas, energía, industrial y media, obras y mantenimientos en los sectores del agua, medio ambiente y civil. Esta última empresa lleva algunos centros culturales de la Comunidad de Madrid, como el Valle-Inclán u otro en Móstoles, nada equiparable a los Teatros del Canal.
La falta de transparencia denunciada por los licitadores ha creado malestar en el teatro, según Culla: “Esa falta de claridad lleva incluso a no poder tener la certeza de cuántos trabajadores pasarán a las listas de paro en pocos días, ya que no existen puestos asegurados en el pliego para todo el personal subrogado. Eso genera malestar, inquietud y ambiente enrarecido”, afirma el actual intendente.
Blanca Li y la controvertida contratación de la empresa de su marido
No resulta extraño que los directores artísticos programen espectáculos suyos o los creen mientras se encuentran en el cargo. Otra cosa es contratar a la empresa de familiares cercanos para ponerlos en marcha. Es lo que ha ocurrido con dos montajes en la actual etapa de la directora artística de los Teatros del Canal, Blanca Li. Sus espectáculos Elektrik y La bal de Paris de Blanca Li (versión padmic) corrieron a cargo en su producción y exhibición de la empresa Calentito SRL, perteneciente a Etienne Georges Albert Li, marido de Blanca Li.
Según fuentes del teatro, resulta lógico que un director artístico programe sus obras, pero el hecho de contratar con su empresa la producción o exhibición completa con caché parece algo irregular. EL PAÍS ha pedido hablar con Blanca Li sobre este particular, pero no ha recibido respuesta. Este jueves la coreógrafa presenta en rueda de prensa la programación para la próxima temporada de los Teatros del Canal.