El desnudo de Vivien Leigh sí, pero su camisón no

Vivien Leigh, la actriz que encarnó a la inolvidable Scarlett O’Hara en Lo que el viento se llevó y a Blanche Dubois en Un tranvía llamado deseo sigue levantando pasiones pese a que hace casi 54 años que falleció. Al menos entre todos los que han pujado por los objetos personales de la actriz que se han subastado por internet desde Barcelona el pasado día 26. De los 79 lotes ...

Vivien Leigh, la actriz que encarnó a la inolvidable Scarlett O’Hara en Lo que el viento se llevó y a Blanche Dubois en Un tranvía llamado deseo sigue levantando pasiones pese a que hace casi 54 años que falleció. Al menos entre todos los que han pujado por los objetos personales de la actriz que se han subastado por internet desde Barcelona el pasado día 26. De los 79 lotes que salían a la venta se han adjudicado el 93% lo que consideran desde Setdart, “todo un éxito”. Muchos de estos objetos personales, como zapatos, bolsos, cartas, fotografías, pañuelos, pitilleras y cojines, incrementaron su valor de salida hasta 14 veces su precio, como las dos cajas de cerillas de los años sesenta que llevaban impresas sus iniciales (609 euros) y la pitillera de plata de Buccellati con los últimos cigarrillos que no llegó a fumarse la actriz (6.100 euros).

En la venta que se llevó a cabo a lo largo de seis horas este miércoles también han alcanzado buenos remates la agenda personal de la actriz de 1967, año de su defunción y que los hijos de Leigh regalaron a Elvira Clara Bonet, su amiga barcelonesa que ha reunido todos estos objetos durante décadas (por 7.916 euros) y la cajita portasellos de metal dorado con el nombre y la dirección de la actriz (2.679 euros). En total se han superado los 70.000 euros, que han adquirido en su mayoría, según explican desde Setdart, compradores norteamericanos, ingleses y australianos, que han adquirido varios lotes a la vez.

Pero no todos los objetos han alcanzado los precios esperados ni han acabado teniendo comprador. Las fotografías en la que se veía a Vivien Leigh y a su recién marido el también actor Laurence Olivier bañándose desnudos durante su luna de miel en 1940 han acabado vendiéndose por menos del precio de salida: 3.532 euros por el lote de seis imágenes que incluían los dos desnudos, pese a que salían por más de 7.000 euros y eran dos imágenes totalmente inéditas que correspondían al álbum familiar de la pareja. “Las ha comprado una persona de Barcelona, que de hecho ha pasado a recogerlas esta misma mañana. Es el único lote que ha comprado”, aseguran desde la casa de subasta. No se ha llegado a vender el camisón de encaje con bordado floral de los años sesenta, por no alcanzar el precio estimado que rondaba los 2.000 euros.

Esta prenda íntima, junto a los otros cuatro objetos que no se han vendido (una palmatoria de cerámica, tres fotografías del álbum familiar de la actriz de 1967, un carné de notas de 1950 y un busto conmemorativo dedicado a la artista) se puede seguir adquiriendo por venta directa en la misma sala de subastas por precios que van entre los 350 y los 2.000 euros.

Elvira Clara Bonet, que mantuvo correspondencia con la actriz a lo largo de 10 años, entre 1957 y 1967, fecha en la que falleció Leigh y la llegó a visitar en su casa londinense en un par de ocasiones, ha seguido la venta de los objetos en contacto con la casa de subastas, aseguran desde Setdart. “Ha vivido la venta con un sabor agridulce. Por un lado, contenta por saber que sigue habiendo interés por la actriz en todo el mundo y que sus fans quieren tener objetos de ella y por otro triste por desprenderse de esos objetos que ha tenido con ella durante tanto tiempo”, explican. “El éxito de la subasta de estos objetos ha sido posible por estar presente en tres plataformas internacionales que ha hecho que podamos llegar a todo el mundo”, remachan desde Setdart.

Los precios alcanzados en esta subasta, no obstante, están lejos de los alcanzados en ventas de años anteriores relacionados con la actriz ganadora de dos Oscar, en 1940 y 1951. En 2017, Sotheby’s de Londres, recaudó 2,5 millones de euros por la venta de otros objetos que pertenecieron a la actriz, en este caso eran pinturas de su colección particular, joyas, vestidos, libros y muebles.