Cómo el arte español de la prehistoria llegó a los museos
El Museo Arqueológico Nacional conmemora el centenario de la muestra que cambió la apreciación de la pintura rupestre
El arte rupestre en España tiene dos historias. Primero está la ya conocida, con trazos en una cueva en Cáceres con más de 65.000 años de antigüedad. La otra, la historia de la historia, es cómo el arte rupestre pasó de ser objeto de curiosidad entre campesinos y sabios del siglo XIX a estar en los museos y ser un patrimonio invaluable con yacimientos protegidos que van desde Altamira, en Cantabria, hasta Risco Caído, en Gran Canaria. La exhibición Arte prehistórico. De la roca al museo, que el Museo Arque...
El arte rupestre en España tiene dos historias. Primero está la ya conocida, con trazos en una cueva en Cáceres con más de 65.000 años de antigüedad. La otra, la historia de la historia, es cómo el arte rupestre pasó de ser objeto de curiosidad entre campesinos y sabios del siglo XIX a estar en los museos y ser un patrimonio invaluable con yacimientos protegidos que van desde Altamira, en Cantabria, hasta Risco Caído, en Gran Canaria. La exhibición Arte prehistórico. De la roca al museo, que el Museo Arqueológico Nacional (MAN) inaugura este viernes, desentierra esta segunda historia.
La exposición ha sido organizada con el Ministerio de Cultura y Deporte y Acción Cultural Española y consta de más de 250 piezas, la mayoría procedente de las colecciones del MAN con algunos aportes de instituciones como el Museo del Traje y el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander. Los visitantes pueden apreciar desde objetos cotidianos como vasijas y herramientas hasta artesanías hechas en bronce y marfil, aunque lo más llamativo son las reproducciones de pinturas de las cavernas que decoran las salas. La muestra se inspira y conmemora el centenario de la exhibición Arte prehistórico español, organizada por la Sociedad Española de Amigos del Arte en 1921 y que marcó un antes y un después en el aprecio museístico del arte rupestre en España.
Eduardo Galán Domingo, uno de los tres comisarios de la exposición, admite que “Arte prehistórico español fue una rara avis”. “La Sociedad Española de Amigos estaba fundamentalmente dedicada a las bellas artes, a las artes decorativas, casi bordeando al mundo del coleccionismo. Que se les convenciera para hacer esta exposición era arriesgado para ellos y su prestigio. Hay que tener en cuenta que estaban presididos nada menos que por la tía de Alfonso XIII, la infanta Isabel”, incide Galán.
El director del MAN, Andrés Carretero Pérez, indicó que en su momento la muestra fue “novedosa y muy debatida” y es ejemplo del reto existente para arqueólogos, paleontólogos e historiadores del arte a la hora de entender e interpretar los hallazgos del pasado remoto.
La exposición de 1921 tuvo lugar en el Palacio de Bibliotecas y Museos de Madrid y no solo consistió en una muestra de reproducciones de imágenes rupestres sino que, como señaló el comisario, fue un intento de mostrar de manera sistemática y documentada piezas patrimoniales desconocidas por la mayoría de la sociedad de la época. La comisaria Ruth Maicas Ramos resaltó la labor de los artistas Juan Cabré y Francisco Benítez Mellado, especialistas de la Comisión de Estudios Paleontólogos, quienes realizaron los calcos de las pinturas rupestres que adornaron las paredes de la exhibición y que, después de ser donadas al MAN, no habían sido mostradas al público desde 1951.
Arte prehistórico. De la roca al museo estará en el Museo Arqueológico Nacional hasta el 31 de julio, cuando se trasladará al Museo de Altamira, en Cantabria. Isabel Izquierdo Peraile, directora de programación de Acción Cultural Española, declaró la intención de llevar la exposición a Portugal y Francia en 2022. “Aunque hacer planes en este momento es incierto debido a la pandemia”, remachó.