La intocable fórmula
Una comedia basada en el hecho de que un amigo tiene un cáncer terminal que no solo desconoce: es que está convencido de que es el otro el que está al borde de la muerte
El espectacular éxito de Intocable, asentado en un tono muy concreto y en un retrato de personajes con particularidades antagónicas, parece indisociable de la aparición posterior de una serie de películas con evidente tendencia a la imitación. Lo mejor está por llegar, segundo largometraje de la pareja de directores formada por Matthieu Delaporte y Alexandre de La Patellière, autores de la exitosa El nombre (2012), es la última de ellas.
Aquí está de nuevo la amistad entre el tipo vital, gamberro e impulsivo, y el espécimen encerrado en sí mismo, en su formali...
El espectacular éxito de Intocable, asentado en un tono muy concreto y en un retrato de personajes con particularidades antagónicas, parece indisociable de la aparición posterior de una serie de películas con evidente tendencia a la imitación. Lo mejor está por llegar, segundo largometraje de la pareja de directores formada por Matthieu Delaporte y Alexandre de La Patellière, autores de la exitosa El nombre (2012), es la última de ellas.
LO MEJOR ESTÁ POR LLEGAR
Dirección: Matthieu Delaporte, Alexandre de La Patellière.
Intérpretes: Fabrice Luchini, Patrick Bruel, Martina García, Thierry Godard.
Género: comedia dramática. Francia, 2019.
Duración: 117 minutos.
Aquí está de nuevo la amistad entre el tipo vital, gamberro e impulsivo, y el espécimen encerrado en sí mismo, en su formalidad y en su carácter mortecino y acomplejado. Esta vez unidos por una comedia de equívocos basada en el hecho de que el primero de ellos tiene un cáncer terminal que no solo desconoce: es que está convencido de que es su amigo el que está al borde de la muerte por la misma enfermedad. La confusión, en principio difícilmente justificable durante mucho tiempo de metraje por parte de los directores, está sin embargo bien llevada, y con cierta coherencia, gracias al notable dibujo del rol interpretado por el grandísimo actor que es Fabrice Luchini.
Como tantas veces en estos casos de últimos días de vida o de resurrección de una existencia en penumbra, la parte excitante es muy discutible (bailar en una discoteca, jugarse el dinero en un casino…), y unos recortes de aquí y de allá que la hubiesen dejado en 20 minutos menos le hubiesen venido genial, pero la vertiente dramática está muy equilibrada por los autores, y la comedia, cuando no cae en la exageración, no molesta. Cine popular de exactos subtexto y tonalidades que Intocable: las ganas de vivir. Cine solvente. Cine de fórmula. Cine seguramente olvidable para muchos y disfrutable para otros. Cada cual sabrá ya dónde situarse.