Tres hombres y una mujer
Gabriele Muccino se ha inspirado tanto en ‘Una mujer y tres hombres’, de Ettore Scola, que incluso ha tenido que pagar derechos
La tradición cinematográfica italiana de la crónica sociopolítica de su tiempo, desarrollada a través del retrato de la amistad, las cuitas amorosas y los vaivenes económicos y morales de un grupo cerrado de personajes, tiene un nuevo ejemplar en Nuestros mejores años, de Gabriele Muccino, director siempre apegado al melodrama, sin miedo al volcán sentimental, que tras el éxito en medio mundo de El último beso (2001) comenzó a simultanear trabajos entre Italia y Hollywood, donde logró llevar a una parte del público hasta el éxtasis lacrimoso con dos títulos protagonizados por Wil...
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La tradición cinematográfica italiana de la crónica sociopolítica de su tiempo, desarrollada a través del retrato de la amistad, las cuitas amorosas y los vaivenes económicos y morales de un grupo cerrado de personajes, tiene un nuevo ejemplar en Nuestros mejores años, de Gabriele Muccino, director siempre apegado al melodrama, sin miedo al volcán sentimental, que tras el éxito en medio mundo de El último beso (2001) comenzó a simultanear trabajos entre Italia y Hollywood, donde logró llevar a una parte del público hasta el éxtasis lacrimoso con dos títulos protagonizados por Will Smith: En busca de la felicidad y Siete almas.
De esa tradición de crónica histórica y sentimental forman parte películas tan sensacionales como Una vida difícil (Dino Risi, 1961), en clave de comedia, La mejor juventud (Marco Tullio Giordana, 2003) y Una mujer y tres hombres (Ettore Scola, 1974), explícito título español del mucho más íntimo C’eravamo tanto amati (Nos habíamos amado tanto), el original italiano, con la que Nuestros mejores años tiene tantos paralelismos narrativos, formales y tonales que no ha habido más remedio que declararla como inspiración e incluso pagar por los derechos: desde las miradas a cámara de los personajes, dirigiéndose directamente al espectador, hasta el protagonismo de, también, una mujer y tres hombres y sus sucesivos intercambios románticos, pasando por aspectos menores, pero de los que Muccino no ha querido liberarse, como la condición de crítico de cine de uno de ellos. Un conjunto, eso sí, con menor gusto político, pese a la aparición de la caída del Muro, de las Torres Gemelas, de los triunfos futbolísticos y del surgimiento del Movimiento 5 estrellas, entre otros acontecimientos, y mayor sabor afectivo y romántico.
Película sobre la renuncia a los ideales políticos y morales en pos de la práctica económica del día a día, sobre la autosuficiencia, la capacidad de decisión, la autenticidad, los prejuicios intelectuales y de clase, y sobre un concepto del mundo marcado por el individualismo o por la solidaridad, Nuestros mejores años, expuesta a lo largo de 40 años, se ve y se disfruta con el aroma del cine italiano de siempre. Nadie grita, llora y se besa como los italianos. Ahora bien, si se ha visto la de Scola, la consideración de la de Muccino estará algún escalón por debajo.
NUESTROS MEJORES AÑOS
Dirección: Gabriele Muccino.
Intérpretes: Pierfrancesco Favino, Micaela Ramazzotti, Kim Rossi Stuart, Claudio Santamaria.
Género: melodrama. Italia, 2020.
Duración: 129 minutos.