Marcel Marceau, el mimo que les plantó cara a los nazis

Resistencia cuenta una historia apasionante, aunque el filme de Jonathan Jakubowicz no acabe de encontrar el tono adecuado para narrarla. Se trata de un episodio heroico en la vida del célebre mimo Marcel Marceau, hijo de un cocinero kosher de Estrasburgo deportado a Auschwitz. Durante la ocupación nazi, Marceau (en realidad, Marcel Mangel) tomó un papel decisivo en la liberación de decenas de niños judíos huérfanos amenazados por la fábrica de exterminio del Tercer Reich.

El padre de Bip, el pe...

Resistencia cuenta una historia apasionante, aunque el filme de Jonathan Jakubowicz no acabe de encontrar el tono adecuado para narrarla. Se trata de un episodio heroico en la vida del célebre mimo Marcel Marceau, hijo de un cocinero kosher de Estrasburgo deportado a Auschwitz. Durante la ocupación nazi, Marceau (en realidad, Marcel Mangel) tomó un papel decisivo en la liberación de decenas de niños judíos huérfanos amenazados por la fábrica de exterminio del Tercer Reich.

‘Resistencia’ cuenta con un elenco notable, una cuidada ambientación y algún momento de alto voltaje emocional

El padre de Bip, el personaje con la cara pintada de blanco, la camiseta de rayas y la flor roja que le daría fama internacional, se movía entre las fronteras de Francia y Suiza liberando a niños a los que adiestraba para comunicarse y moverse en silencio gracias a sus herramientas de mimo. Solo con las manos, Marceau era capaz de inventar 200 gestos diferentes.

Con el actor estadounidense Jesse Eisenberg en la piel del payaso y un reparto en el que participan desde Ed Harris (como el general Patton) a Edgar Ramírez, Clémence Poésy o la joven británica Bella Ramsey (la Lyanna Mormont de Juego de Tronos), Resistencia cuenta con un elenco notable, una cuidada ambientación y algún momento de alto voltaje emocional. Pero lo que parece el retrato de la toma de conciencia de un artista ensimismado y egoísta acaba derivando en una aventura de acción con unos nazis (comandados por el carnicero de Lyon, Klaus Barbie) más cercanos a la caricatura de Indiana Jones que a La lista de Schindler.

Esa decisión podría obedecer al tono tragicómico de su personaje principal, incluso a que se trata de una película con cierta vocación familiar, pero chirría con el aterrador drama que rodea a una peripecia que tenía suficiente entidad sola y que aquí resulta inverosímil no solo por casi reducirla a un pulso entre el mimo y Klaus Barbie sino por intentar convertir a un pacífico payaso mudo en intrépido superhéroe.