El retratista del Carnaval de Cádiz se pone frente al espejo
El ‘Selu’ estrena documental en el que repasa su trayectoria como autor de 30 chirigotas en las que homenajea con humor a personajes populares
A José Luis García Cossío, Selu le gusta parar en el pequeño y modesto bar que está enfrente del Oratorio de San Felipe de Cádiz, donde se promulgó en 1812 la primera Constitución española. Allí alumbró a La Pepi, esa limpiadora criticona y empoderada, con la que caracterizó a su chirigota para el Carnaval de 2012. Como pasó con los borrachos, las marujas, las suegras malévolas, los enteraos o los maridos calzonazos; esas maestras del mocho generaban tantas carcajadas porque no dejan de ser retratos satirizados e histriónicos, pero reales de personajes populares.
“Hay que ...
A José Luis García Cossío, Selu le gusta parar en el pequeño y modesto bar que está enfrente del Oratorio de San Felipe de Cádiz, donde se promulgó en 1812 la primera Constitución española. Allí alumbró a La Pepi, esa limpiadora criticona y empoderada, con la que caracterizó a su chirigota para el Carnaval de 2012. Como pasó con los borrachos, las marujas, las suegras malévolas, los enteraos o los maridos calzonazos; esas maestras del mocho generaban tantas carcajadas porque no dejan de ser retratos satirizados e histriónicos, pero reales de personajes populares.
“Hay que darle a la gente con la verdad en la cara”; palabra y mandamiento que el propio Selu confiesa al poco arrancar el documental que protagoniza. El que la lleva la entiende es el nombre de la película en la que la directora Rocío Martín se ha sumergido durante año y medio en el universo de uno de los mejores chirigoteros del Carnaval de Cádiz. 120 minutos en los que José Luis García Cossío (Cádiz, de 57 años) narra cómo es el complejo, intenso y no siempre grato trabajo de conceptualizar una chirigota, desde la idea primigenia hasta su participación en el afamado Concurso de Agrupaciones del Gran Teatro Falla.
El autor y guionista lleva 31 años rastreando por las calles de su ciudad, ávido de retratar con sorna a esa gente popular que puebla los espacios comunes. Quizás por eso ahora le ha costado tanto ponerse ante el espejo y ser él el escudriñado. “Me daba vergüenza escuchar hablar de mí (…). Han estado haciéndome un escrache", bromea, "y han vivido las grandezas y miserias de nuestra chirigota”, ha reconocido García Cossío este jueves en el Bar San Felipe, donde ha presentado a los medios de una cinta que se estrenará en un plazo de unas tres semanas, en una fecha aún por determinar. De momento, la crisis del coronavirus ya ha frustrado el preestreno que estaba previsto para la tarde de este jueves en unos cines de Cádiz.
“En esta época de tanto derrotismo ha sido un orgullo que Selu nos dejara entrar para contar ese mundo de la chirigota”, ha reconocido Martín. Y la directora no lo hizo sola. Los artistas Joaquín Sabina, Jorge Drexler, Luis García Montero, El Gran Wyoming, Martirio, Pepón Nieto, Almudena Grandes o Benito Zambrano se asoman, por medio de entrevistas con García Cossío, al universo creativo que, desde 1989, pergeña cada año junto a los once integrantes de su chirigota.
Aunque la extraña Los sanmolontropos verdes (1989) fue la primera chirigota de Selu, lo cierto es que no es hasta El que la lleva la entiende –popularmente conocida como Los borrachos– cuando llega el primer gran éxito del autor en 1992. Tan potente que su famosa letra “iba por Canalejas/ por la acera del muelle/,con una risa que me llegaba/ de oreja a oreja” es ya uno de los himnos oficiosos de la fiesta. Ese personaje callejero es uno de tantos que, en estas tres décadas, el autor ha concebido en lo que él llama “el método Stanislavski de Cádiz”, según le confiesa a Pepón Nieto en una de esas charlas del documental.
La cinta tiene momentos tan icónicos como poder contemplar a Martirio –intérprete de su célebre Estoy mala– cantando a dúo con García Cossío el pasodoble de Las marujas (1996), esa parodia de señoras que, como la famosa copla de Maribel Quiñones, se quejaban de todos los dolores que padecían. “El gaditano ha utilizado siempre los medios que usa la chirigota: el sarcasmo, la ironía, lo que nosotros denominamos el ángel”, explica Selu en otro de los momentos del largometraje. Pero muy distinto es saberlos conjugar con la maestría que García Cossío es capaz de defender ante un escenario. “Lleva 30 años y eso son como 30 películas. Queríamos hacer comprender lo importante y lo difícil que es eso (…). Esto es una obra audiovisual para alguien que va a ser leyenda”, zanja Rocío Martín.