El documental se hace un sitio en la primera fila del cine

El género está cada vez más presente en las carteleras, en los catálogos de las plataformas de retransmisión en directo por Internet y gana adeptos en los festivales

Jesús Gil, en un fotograma del documental de HBO 'El pionero', rescatado del programa 'Las noches de tal y tal' del verano de 1991. En vídeo, el tráiler del documental.

Las reflexiones y el dolor de María Martín, sentada en la cuneta donde un día el franquismo arrojó el cadáver de su madre, han emocionado a espectadores de todo el mundo en El silencio de otros. La película de Almudena Carracedo y Robert Bahar, además de ganar el premio Goya 2019 al mejor documental y de recibir el premio del público a mejor documental en la sección Panorama del festival de Berlín, entre los 28 galardones obtenidos, ...

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Las reflexiones y el dolor de María Martín, sentada en la cuneta donde un día el franquismo arrojó el cadáver de su madre, han emocionado a espectadores de todo el mundo en El silencio de otros. La película de Almudena Carracedo y Robert Bahar, además de ganar el premio Goya 2019 al mejor documental y de recibir el premio del público a mejor documental en la sección Panorama del festival de Berlín, entre los 28 galardones obtenidos, disparó las audiencias de La 2 de Televisión Española cuando se emitió el pasado mes de abril, con el 5,2% de audiencia y casi un millón de espectadores.

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Este es el ejemplo más evidente del ascenso dentro y fuera de España de un género que está cada vez más presente en las carteleras de las salas de proyección, es celebrado en los festivales de cine y alimenta los insaciables catálogos de las plataformas de retransmisión en directo por Internet.

“El documental, como cine de autor que es, nunca va a ser tan popular como las películas de ficción que ocupan las multisalas. Tampoco aspira a ello”, comenta por teléfono a EL PAÍS el cineasta y productor David Varela, codirector del festival DocumentaMadrid, cuya 16ª edición se celebró el pasado mayo. Y añade: "Pero el género sí puede convertirse en un formato rentable, que juegue en primera división, si conquista pequeñas parcelas en todas esas ventanas de exhibición".

Si el público se interesa más por estas propuestas es porque empieza a entender que el género va mucho más allá de los documentales de animales que se emiten a la hora de la siesta, o de los asépticos reportajes de televisión. Por un lado, explican un mundo que está en constante cambio y ayudan al espectador a encontrar respuestas y, por otro, ofrecen otras formas de entretenimiento y expresión artística.

“¡Si el documental puede ser una película!’, me han dicho más de una vez en las proyecciones de El silencio de otros. El espectador está descubriendo que hay mucha creatividad en estos relatos; que pueden ser rigurosos y conmover al mismo tiempo”, dice la directora de la película, Almudena Carracedo. Satisfecha por los 25.000 espectadores que han visto en los cines españoles sus seis años de trabajo condensados en 96 minutos, la cineasta es consciente de que “hay mucho terreno por conquistar en España”, teniendo en cuenta que en Francia ha superado ampliamente esta cifra, pese a ser un estreno extranjero.

Creatividad

Abrazar precisamente ese lado creativo es lo que ha abierto la puerta de los grandes festivales de cine a los documentales. Bowling for Columbine, de Michael Moore, fue en 2002 el primero en optar a la Palma de Oro de Cannes en casi medio siglo. Desde entonces, el formato se ha legitimado poco a poco en los certámenes de primera categoría, como Sundance, Toronto y Venecia, donde empiezan a competir con el más prestigioso cine de autor de ficción. Sin embargo, son las cifras de asistencia de festivales especializados en el género las que confirman que los relatos de no ficción se han convertido en un importante reclamo para el público.

Entre 2012 y 2015, DocsBarcelona atrajo a unas 7.000 personas en cada una de sus ediciones, pero ha multiplicado su poder de convocatoria en los últimos años: ha llegado a más de 22.000 espectadores en la cita de mayo de 2019, gracias a la colaboración de plataformas de retransmisión en directo en Internet como Filmin, que han emitido sus películas de forma simultánea a su proyección tradicional. Otras plataformas como HBO y Netflix enriquecen su oferta local con series documentales dedicadas a asuntos cercanos, como el del fallecido presidente del Atlético de Madrid y alcalde de Marbella, Jesús Gil (El pionero), o el que cuenta la historia de Parchís, el grupo musical infantil que arrasó en los años ochenta en España y Latinoamérica.

Inversión

“Ahora hace falta ocupar más espacios físicos, sean públicos o privados, como ya ocurre con la Tabakalera de San Sebastián o la Cineteca de Madrid, y que los productores reserven parte de su inversión a mejorar la promoción y exhibición de sus títulos. A menudo, se llega a la etapa final del camino con la lengua fuera y todo el esfuerzo pasa desapercibido”, comenta David Varela tras batir también récords en la edición de 2019 de DocumentaMadrid, que atrajo a unos 16.000 asistentes.

Es precisamente en la financiación donde se sigue tratando al documental como a cine de segunda división. “Difícilmente podremos dar un salto definitivo si los presupuestos siguen siendo tan bajos. Todavía se plantean como si fuéramos a grabar un reportaje para televisión”, lamenta Carracedo.

La directora, que es miembro de la junta directiva de la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA), encuentra una relativa ventaja en esta falta de inversión: es una puerta abierta para que las mujeres estrenen sus proyectos en el cine español. Ellas se sentaron en la silla del director en solo 36 de los 187 largometrajes que se realizaron durante todo 2018, según los datos del Ministerio de Cultura. La gran mayoría de los que pusieron en pie las mujeres (21), el 55%, eran documentales. “No es de extrañar en un país en el que las mujeres cuentan con 1,5 millones menos de presupuesto para hacer sus películas con respecto a los hombres”, destaca Carracedo.

Los títulos más taquilleros

Los documentales no suelen arrasar en las salas. Michael Jackson's: This Is It, el más taquillero de la historia del género en todo el mundo, con 232,7 millones de euros, según la web Box Office Mojo, ocupa el puesto 559 de la lista de los filmes con la mayor recaudación de todos los tiempos.
Aun así, varios largos de no ficción sí han enamorado al público. Estos han sido los cinco más taquilleros a nivel planetario.
'Michael Jackson's: This Is It', de Kenny Ortega, estrenado en 2009: 232,7 millones. Se centra en dos conciertos del rey del pop en California, en el marco de la gira Esto es todo. Debido a la muerte del artista, se convirtió en su último filme.
'Fahrenheit 9/11', de Michael Moore, en 2004: 198,2 millones. El director estadounidense analiza causas y consecuencias del 11-S con un espíritu muy crítico hacia la administración de George W. Bush.
'Estación Espacial 3D', de Tony Myers, en 2002: 114,3 millones. Se trata de la primera visita cinematográfica, a través de la tecnología IMAX, a la Estación Espacial Internacional, en cuya creación colaboraron 16 países.
'El viaje del emperador', de Luc Jacquet, en 2005: 113,4 millones. Muestra la migración de cientos de miles de pingüinos en la Antártida.
'Tierra', de Alastair Fothergill y Mark Linfield, en 2007: 97,1 millones de euros. Adaptación al cine de la serie televisiva Planeta Tierra, filmada durante cinco años en todo el mundo.

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