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El arte del señor del sueño

Sandman , Stardust , Coraline ... El talento de Neil Gaiman ha sido excusa para que grandes artistas gocen con su universo

'Violent cases' (1987) fue la primera novela gráfica en solitario de Neil Gaiman. Y también las primeras nupcias con su artista fetiche, Dave Mckean, responsable de las surrealistas portadas de 'The Sandman'. Asumiendo las convenciones del 'noir', Gaiman revolucionó la paginación disponiendo viñetas de manera muy inusual, como en las múltiples celdillas que dividen esta página. Eran los primeros pasos de la gran revolución plástica y narrativa que él, Alan Moore y Frank Miller impondrían al medio durante una década.
'Orquídea negra' (Planeta, 1988-1989) fue el primer trabajo de Gaiman para DC Comics y una nueva colaboración con Dave McKean, que se empleó a fondo para lograr una espectacular novela gráfica de aliento poético protagonizada por uno de los personajes secundarios de 'La cosa del pantano'. Batman visitó por primera vez el imaginario de Gaiman, aunque en un papel de secundario.
Gaiman no se podía conformar con una historia más de Batman. "Tenía que contar el final definitivo del caballero oscuro. Un final que no se pudiera cambiar ni ahora ni dentro de 50 años", declaró a este periódico. En 'Whatever happened to the caped crusader', el autor inglés fabula con el funeral de Batman en el que sus principales villanos y aliados dan su particular versión de cómo murió el justiciero. Batman asiste a su sepelio como una voz incorpórea en constante diálogo con una misteriosa mujer.
No a la sombra, sino a su mismo paso, Gaiman ha mantenido una intensa relación artística (tanto de rivalidad como de amistad) con otro de los faros del cómic en los 80 y 90 venido de Inglaterra: Alan Moore. En Miracleman fue más patente que en ningún cómic, pues Gaiman tuvo que sustituir a Moore al frente del guion tras una gloriosa etapa del autor de 'Watchmen'. Y los amantes del tebeo aún discuten sobre cuál de las dos fue mejor.
Seis años antes de que J.K. Rowling comenzara su imperio con Harry Potter, Gaiman ya había inventado a un muchacho de gafas moreno, con lechuza y suerte 'dickensiniana' en la vida que se descubre como mago. Le faltaba la cicatriz del rayo, pero todo lo demás es sospechosamente familiar.
Amén de los cómics de Gaiman, sus historias fuera del noveno arte han dado luego el salto a las viñetas en manos de otros autores. P. Craig Russell lo ha hecho varias veces, por ejemplo en la adaptación de su novela corta infantil Coraline (Roca, 2002) que cuenta la historia de una niña que descubre una versión malévola de su casa, sus padres y sus vecinos en el que los ojos de las personas se transforman en botones.
El 'magnum opus' de Neil Gaiman en viñetas es 'Sandman'. Primer cómic en conseguir un premio literario (el World Fantasy Award al mejor relato), decenas de semanas en el Top de la lista de best-sellers del New York Times y más de siete millones de copias vendidas. 75 números que marcaron historia en el noveno arte durante una década.
Lo último de 'Sandman' es algo así como una precuela llamada 'Obertura'. Gaiman ha justificado este retorno como regalo a sus fans por el 75 aniversario y porque quedaba algo que contar: cómo Sandman fue atrapado y quiénes son sus padres. John H. Williams III, que deslumbró con el 'Promethea' de Alan Moore, es el único dibujante de los seis números de este ambicioso regreso.
Aunque Morfeo y Muerte son los dos Eternos (la familia de siete arquetipos inmutables que centra la mitología de 'Sandman') más famosos, Delirio es uno de sus personajes más complejos y logrados, una encantadora joven cuya sombra jamás se corresponde con su cuerpo y que huele a "sudor, cuero viejo, vino picado y noches largas". Empezó siendo Delicia y Gaiman nunca contó porque acabó transformándose en la desquiciada Delirio. Obertura tal vez sea la ocasión para que este misterio se desvele. Bill Sienkiewicz firma esta interpretación del personaje en 'Noches eternas', el undécimo volumen de historias cortas de la serie.
Dave Mckean y Neil Gaiman son un matrimonio. Han colaborado en películas, cómics y libros infantiles. Como 'El día que cambié a mi padre por dos peces de colores', una locura entre el collage y lo narrativo que se ha convertido en uno de los clásicos del autor británico.
Gaiman adora escribir para los niños. Dice que son los lectores "más atentos con el texto, mucho más que los adultos'. La última de sus obras para los más pequeños es 'El galáctico, pirático y alienígena viaje de mi padre', sobre un progenitor que se las ve y las desea para conseguir la leche que necesitan sus hijos para el desayuno. Gaiman se ha basado en sus experiencias como papá para escribir el libro. Las ilustraciones, de Chris Riddell.
En 'El libro del cementerio', Gaiman homenajeó a Kipling. Solo que su Mogwli no se cria en la selva, sino entre lápidas y con fantasmas como mentores. Las ilustraciones que lo acompañan, de su colega de siempre, Dave McKean.
'La mujer del Doctor' es uno de los dos episodios de la famosa serie británica 'Doctor Who' guionizados por Gaiman. En este, el primero de ellos, Gaiman dio voz a la mítica cabina de teléfonos capaz de viajar en el tiempo del protagonista, el último señor del tiempo.
De momento, la única serie de televisión que ha adaptado la obra de Gaiman es 'Neverwhere', una versión televisiva de la BBC que llevó a la pequeña pantalla la fantasía urbana de la primera novela de Gaiman.
Gaiman llegó a afirmar en un artículo de 'The Hollywood Reporter' que era el autor que Hollywood menos había adaptado y al que más le habían pagado por ello. Casi todas sus creaciones fueron compradas en algún momento por los estudios, para luego hundirse en el limbo. Tuvo que ser una producción inglesa, 'Stardust' de Matthew Vaughn, la que llevara su obra por primera vez a la pantalla grande.
Aunque 'Stardust' fue la primera película que adaptó una obra de Gaiman al cine, dos años antes (2005) el escritor y Dave McKean firmaron una película experimental de bajo presupuesto con todas las claves de la obra del británico: 'La máscara de cristal (MirrorMask)', fábula 'steampunk' llena de soluciones visuales inventivas para encubrir la falta de medios.
Rozó la estatuilla dorada, pero al final la perdió ante la magistral 'Up', de Peter Docter. 'Coraline' ha sido la única película hasta el momento con el sello de Gaiman en optar a un Oscar. Pero con los filmes de 'Sandman', 'El libro del cementerio' y 'El océano al final del camino' en el horizonte, habrá más oportunidades.
A medias con Roger Avary, coguionista de 'Pulp fiction', Gaiman se firmó el libreto de esta gran superproducción de 150 millones de dólares con animación por ordenador y la dirección de Robert Zemeckis ('Regreso al futuro', 'Forrest Gump'). El filme fue recibido con tibieza por crítica y público y aunque no acabó en desastre total se quedó lejos de las expectativas que había despertado.
Gaiman también piensa en videojuegos. Cuando la industria del cine y del ocio interactivo se lanzan besos, un hombre que siempre está entre mil aguas como el autor británico se ha lanzado con 'Wayward manor' a este medio. Influir en una familia de nobles británicos manejando unos fantasmas es la premisa. Eso sí, su ejecución no ha gustado a la crítica que ha machacado, en general, esta propuesta, con la voz del propio Gaiman como narrador omnisciente.