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La segunda edad de oro de Balenciaga

Nicolas Ghesquière abandona la firma a finales de mes. Aquí tienes un repaso a sus quince años de notable trabajo

La colección de otoño de 2012 se definió por la presencia de siluetas de proporciones exageradas y una continua revisión al legado de la firma (algo que Ghesquière no ha dejado de hacer en los últimos quince años, desde que tomó las riendas de Balenciaga). La presentación tuvo lugar en un rascacielos de París.L'Estrop
Mientras otros diseñadores revisitaban las mieles de los años 50, en la primavera de 2012 Balenciaga adaptaba prendas actuales (shorts y cazadoras vaqueras con coloridos estampados) al lenguaje de Cristóbal Balenciaga. El reto era hacerlo sin un ápice de nostalgia, simplemente actualizando los códigos de la firma.L'Estrop
En la primavera de 2011 Guesquière volvió a actualizar las líneas con tejidos y formas que recordaban al maestro Balenciaga. En la imagen, la modelo Saskia de Brauw con un abrigo de pata de gallo.L'Estrop
El diseñador francés, que se había formado en los talleres de Jean Paul Gaultier, manipuló las formas y el color de su colección de otoño de 2010 para encontrar "algo relajado mezclado con lo clásico", según contó al final del desfile. De esa mezcolanza salió una colección geométrica, con unos accesorios (especialmente los zapatos) muy comentados y replicados.
Algo urbano sin relación con la herencia de la casa. Eso fue lo que propuso Ghesquière para la colección de primavera de 2010. El resultado fue una combinación del estilo futurista más refinado y la artesanía más delicada. Tras ver la propuesta, en Style.com lo definieron como un creador "único".L'Estrop
Tan solo tres años después de la llegada de Ghesquière a Balenciaga, la firma se volvía a encontrar en buen estado de salud. Fue entonces, en 2000, cuando el grupo Gucci (posteriormente PPR) se interesó por el diseñador, que se negaba a salir de la marca. Finalmente el grupo compró el 91% de las acciones de la marca y Ghesquière se quedó con el 9% restante. Su autonomía a la hora de concebir las colecciones, sin presiones por parte de los dueños de la compañía, era evidente. En la colección de otoño de 2007 el creador jugó con la diversidad y la etnicidad de las prendas, con referencias desde el quimono hasta los estampados balineses. Réplicas de siluetas como la de la imagen arrasaron en grandes cadenas.L'Estrop
La colección de otoño de 2004 fue la primera en la que Nicolas Ghesquière confirmó haber logrado extraer la esencia de algunas de las prendas del maestro Balenciaga, como la falda globo. Las prendas transpiraban un espíritu relajado y urbano.L'Estrop